Según informó la agencia de la ONU para la protección de la infancia, los equipos sobre el terreno están realizando labores de búsqueda y rescate de los supervivientes de una tragedia que han ocasionado más de 1.400 muertos y 7.000 heridos, y que ha dañado o destruido alrededor de 84.000 casas y edificios públicos.

Ante esta situación, el representante de Unicef en Haití, Bruno Maes, alertó de que “innumerables familias haitianas que lo han perdido todo debido al terremoto viven ahora literalmente con los pies en el agua debido a las inundaciones”.

Esto le sirvió para apuntar que 540.000 menores haitianos tienen “acceso limitado o nulo” a refugio, agua potable, atención médica y nutrición.

Por su parte, confirmó que, a pesar de que la violencia y la inseguridad entorpecen la respuesta humanitaria y pese a que la carretera principal de Puerto Príncipe está controlada por pandillas, los equipos de Unicef han podido llegar a las zonas afectadas con suministros médicos pocas horas después del seísmo.

Prueba de ello es que un camión de Unicef entregó seis botiquines médicos a tres hospitales en Les Cayes, con suministros suficientes (guantes, analgésicos, antibióticos y jeringuillas) para tratar a 30.000 víctimas del temblor durante tres meses.

A su vez, Unicef y sus aliados están distribuyendo lonas como albergue de emergencia, letrinas y duchas, depósitos para la distribución de agua potable y kits de higiene.

En el patio de un hospital, personal de esta agencia de la ONU instaló tiendas de campaña para albergar a los pacientes que temían que el edificio se derrumbara.

También se movilizarán rápidamente suministros adicionales, incluidos kits educativos y recreativos, y se están planificando actividades de participación comunitaria para evitar la separación familiar y garantizar la protección y el apoyo psicosocial de los niños y niñas.

Por último, Unicef calculó que se necesitarán 15 millones de dólares (casi 12,8 millones de euros) para responder a las necesidades urgentes de unas 385.000 personas, 167.000 menores de cinco años incluidos, durante las próximas ocho semanas.