Así lo indicó Montserrat en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, donde aseguró que quien dirige la política de inmigración es Marlaska y que las comunidades autónomas, en esta materia, tienen “simplemente” la gestión. A su juicio, es el Gobierno central quien debe coordinar la acción de las comunidades sobre inmigración.

Al respecto, dijo que “ya está bien” de que este Ejecutivo, cuando las cosas “salen mal siempre culpabiliza a otros”, haciendo alusión a las palabras de Marlaska en las que señaló que Interior no es quien “acuerda el retorno” de los menores, sino que quien “resuelve si un menor es susceptible de un retorno asistido” es quien tiene su tutela, es decir, Ceuta.

“Basta ya de este Gobierno que culpabiliza y que no asume su nefasta gestión”, continuó, al tiempo que criticó que eche la culpa a las comunidades, a los ayuntamientos o “incluso también a veces a Europa”, de los problemas y que cuando tiene algún “éxito” es “todo de ellos”.

Montserrat tachó de “alarmante” la situación de Ceuta y criticó el “poco respeto” de Marlaska, sobre quien recordó que “es juez de carrera” por la ley y su cumplimiento, algo que “se ha demostrado en este último caso, pero también en múltiples decisiones judiciales”.

Por ello, dijo al Gobierno que la política migratoria exige de un “rumbo claro” y de transparencia, al tiempo que insistió en que el PP, para poner una solución a esta problemática, ha pedido “siempre” un pacto de Estado en inmigración, tal y como están trabajando desde la Unión Europea con un nuevo pacto de inmigración a nivel europeo.

Además, aseguró que si el PP estuviera en el Ejecutivo lo que haría sería “cumplir” la ley, ya que a su juicio es el “camino” y es lo que tiene que hacer el Gobierno de España. A su vez, acusó a Sánchez de haber llevado a España a una “irrelevancia internacional absoluta”.

Según Montserrat, España “no pinta nada en la geopolítica ni europea ni del mundo”, por este motivo exigió que España vuelva a estar en la política internacional y en la diplomacia porque tiene que tener “buenas relaciones” con Marruecos, con todos los países europeos, así como con las relaciones transatlánticas.