Con esta herramienta, algunas de las operaciones más comunes que realizan los clientes, como son el pago en comercios online, apagar o encender las tarjetas o consultar el CVV, se pueden realizar de una forma más “ágil”, según explicó la entidad en una nota de prensa. Además, se evitan “los contratiempos que puede generar la falta de cobertura o localización que pueden ocasionar los mensajes cortos”.

Así, solo hay activarla desde la app para usar la huella dactilar o la cara para finalizar las operaciones y prescindir del envío de un SMS con una clave.

Para usar la herramienta, si el cliente ya ha habilitado el acceso biométrico en su dispositivo, solo tiene que activar la firma con biometría dentro de la app de BBVA. Si no lo tiene, primero tendrá que activar primero el acceso biométrico a la aplicación y, después, activar la firma con biometría del dispositivo.

Según BBVA, el proceso de activación desde el teléfono dura aproximadamente un minuto y se puede activar y desactivar cuando el cliente quiera.

Para el desarrollo de la firma, la entidad bancaria ha realizado “un estudio basado en entrevistas en profundidad con clientes y no clientes en España sobre seguridad y los diferentes métodos de acceso” concluyendo que el método de firma ideal debe combinar y equilibrar “comodidad con seguridad”, así como “confirmación por parte de la entidad del trámite u operación”.

El banco asegura que no almacena ni hace tratamiento de la información biométrica registrada por los clientes en sus dispositivos, pues solo se usa para realizar operaciones bancarias.