Investigación

Buscan nuevas terapias para combatir la progresión del cáncer en el sistema inmune, nervioso y circulatorio

MADRID
SERVIMEDIA

Equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) estudian las alteraciones provocadas por la progresión tumoral en los sistemas inmunitario, nervioso y circulatorio para buscar nuevas dianas terapéuticas.

Según informó este jueves el CSIC, los tumores llegan a comportarse como auténticos órganos que interactúan con el huésped, es decir, el paciente. Esta interacción se produce en la propia célula, con el resto de componentes celulares normales que habitan en el tumor, y también llega a afectar a los sistemas inmunitario, nervioso y circulatorio, alterando el funcionamiento del organismo en su conjunto. Para buscar formas de combatirlo, es imprescindible desentrañar la interacción del cáncer a nivel sistémico.

En este sentido, el investigador del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) y coordinador del reto Cáncer del Libro Blanco de Biomedicina del CSIC, Raúl Durán, destacó que “estos procesos sistémicos incluyen la reprogramación metabólica de las células, la inflamación crónica como factor de riesgo de oncogénesis (incluyendo la influencia del microbioma), la interacción del tumor con los sistemas nervioso y vascular, y su relación con el sistema inmunitario”.

MATAR DE HAMBRE AL TUMOR

El equipo de Durán indaga en los procesos por los que las células cancerígenas reprograman el metabolismo de las células, es decir, el conjunto de reacciones químicas que les permiten obtener la energía y la materia para reproducirse. Las células tumorales crecen desorbitadamente y ocasionan un drenaje metabólico del huésped, pero para conseguirlo tienen que cambiar completamente su programa metabólico.

“Una de las características comunes de los tumores es que consumen mucha energía”, explicó Durán. Su rápida proliferación requiere un gran consumo energético. “El mantenimiento de una tasa rápida y continua de proliferación celular, que es lo que forma el tumor, requiere un aporte de energía y biomasa tan considerable, que el tumor se ve obligado a cambiar el funcionamiento normal de su metabolismo celular”, añadió el investigador.

ABSORCIÓN DE AZÚCARES

Entre estas modificaciones de la reprogramación metabólica destacan dos fundamentales: la absorción de azúcares y el consumo de aminoácidos. “Para mantener la producción de energía, las células tumorales absorben grandes cantidades de azúcares, principalmente glucosas; y para mantener la producción de biomasa (la materia de las células), las células tumorales consumen grandes cantidades de aminoácidos, las moléculas constituyentes de las proteínas, que son las piezas clave que forman tejidos y órganos”, enumeró Durán.

El conocimiento de estos mecanismos metabólicos podría aportar una vía para atacar la proliferación de las células tumorales. “De esta manera se recupera la vieja idea de matar al tumor de hambre, pero con mayor precisión: se trataría de aplicar restricciones específicas de aquellos nutrientes por los que las células tumorales muestren mayor avidez”.

A esto, Durán añadió que “de forma que la estrategia de ataque estaría más encaminada al desequilibrio nutricional del tumor que a la restricción calórica”.

Por lo tanto, todo esto “nos llevaría una medicina personalizada en la que podamos proponer terapias efectivas (que eliminen células tumorales) y específicas (que no eliminen células no tumorales) atacando los hábitos alimenticios del tumor”, concluyó el investigador del CSIC.

(SERVIMEDIA)
02 Sep 2021
ABG/nbc