Así lo comunicaron desde la Cancillería española después que, en la tarde del domingo, soldados de las fuerzas especiales al mando del coronel Mamady Doumbouya detuvieran al presidente, Alpha Condé, y anunciaran la disolución del Gobierno y la anulación de la Constitución. Los autores del golpe de Estado decretaron igualmente el cierre de las fronteras terrestres y aéreas del país e instauraron un toque de queda.

El Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, publicó en sus redes sociales un mensaje en el que condenó la toma del poder por la fuerza y reclamó la liberación inmediata del presidente Alpha Condé. Borrell también instó “a todos los actores a actuar con respeto por el estado de derecho, en interés de la paz y del bienestar de la población guineana”.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, manifestó seguir de cerca los acontecimientos en Guinea a la vez que condenó “enérgicamente” cualquier toma del gobierno por la fuerza de las armas. Igualmente pidió la liberación del presidente del país.

El Departamento de Estado de EEUU emitió un comunicado en el que condenó los acontecimientos, y señaló que “la violencia y cualquier medida fuera de Constitución solo erosionarán las perspectivas de paz, estabilidad y prosperidad de Guinea”, limitarán las posibilidades de que el país reciba apoyo en el futuro.