Así lo indicó la secretaria confederal de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, que aseguró que “no tiene sentido que el SMI continúe congelado castigando a las rentas más bajas”.

El sindicato apuntó que “si los peores augurios se cumpliesen, con una subida media anual en 2021 en torno al 2,4%, nos situaríamos en un escenario de pérdida de poder adquisitivo para muchos miles de trabajadores y trabajadoras”.

Por ello, lo considera “un castigo injusto y antisocial para las rentas más modestas, aquellas que se sitúan fuera de convenio y que son las principales beneficiarias del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”.

Así, Vicente hizo un llamamiento a la responsabilidad de las organizaciones empresariales “para que dejen de poner freno al desarrollo de la negociación colectiva”.

En cuanto al subida del IPC en agosto, el sindicato liderado por Unai Sordo subrayó que el incremento de cuatro décimas respecto a julio estuvo influido por el precio de la electricidad, pero que también los alimentos se han encarecido desde el inicio de la pandemia de Covid-19.

En este sentido, Vicente advirtió que “si no se frena el precio de la luz terminaremos el año con unos incrementos en el IPC muy lesivos para la gente asalariada”.

Por último, CCOO resaltó que “la economía está creciendo en cifras desconocidas”, pero que “esa riqueza que se está creando gracias a la gente trabajadora de nuestro país se tiene que repartir”, de forma que “así se contribuye al fortalecimiento de la recuperación, el crecimiento y la generación de empleo”. “Las subidas en los salarios no destruyen empleo sino que conllevan un impulso a la economía”, concluyó la responsable sindical”, concluyó.