La razón de todo esto es que la comunidad acumula más de 15 meses sin pagar la factura eléctrica. Esto ha tenido como consecuencia los 14 meses durante los que Lidia no ha podido salir de los 40 metros cuadrados donde habita junto a su pareja.

Así lo declaró a Servimedia Javier Font, Presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (Famma-Cocemfe Madrid), quien reclamó a la Consejería de Vivienda “una solución urgente” para esta pareja.

Hace mes y medio que Juan y Lidia han solicitado al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) un cambio de domicilio . Se trata de una permuta para que los trasladen a otro piso, de igual precio pero accesible para personas con discapacidad.

“No hay derecho a que una persona esté encerrada en su casa tanto tiempo”, afirmó el presidente de Famma-Cocemfe Madrid, quien resaltó que “como Lidia, son miles las personas que no pueden salir de su domicilio por esta falta de accesibilidad”.

Cortes de luz, ausencia de ascensores, puertas inadecuadas, etc. "Son muchos los factores que pueden causar que una vivienda no sea accesible y que las comunidades de vecinos no están dispuestas a arreglar, indicó Font. “Mientras tanto, los derechos de miles de personas con discapacidad están siendo vulnerados”, afirmó, y “las instituciones deben intervenir”.

“TORMENTA PERFECTA”

Lidia lleva 23 años en su vivienda de alquiler social, en el barrio madrileño de Valdebernardo, sin ningún retraso en ninguno de los pagos. El problema es que desde hace tiempo se ha creado “la tormenta perfecta”.

El administrador de la comunidad se fugó dejando un montón de deudas, a lo que se suma que una familia ha ocupado dos pisos y el resto de los vecinos no quieren o no pueden asumir tantos gasto”.

Juan, la pareja de Lidia, ha intentado solucionar esta situación. Primero quiso asumir las deudas y luego se hizo también presidente de la comunidad, para tratar de poner de acuerdo a los nueve pisos. Nada funcionó y, de hecho, ha recibido amenazas.

Según afirmó, “la situación es ya insostenible”. “No solo son los cortes de luz”, apunta, “sino también la fala de limpieza y la acumulación de basuras”.

El novio de Lidia arrastra problemas cardíacos y solo sale de casa para ir al médico. Ha perdido toda posibilidad de sociabilización y de atención externa. Por ello, piden junto a fama que el Ivima les conceda “cuanto antes” el cambio de vivienda. No quieren lujos, dolo una casa accesible para que Lidia pueda salir a la calle. “Es un derecho humano, que ahora mismo se incumple en España para miles de personas con discapacidad”, afirmó Font.