El texto, que, de concitar la unanimidad de todos los grupos, se leería en el Pleno de la semana que viene, comienza mencionando el asesinato de Samuel Luiz en La Coruña “mientras recibía insultos homófobos” y asegurando que “desde entonces se han sucedido agresiones contra las personas LGTBI, por lo que esta Cámara quiere reiterar su posicionamiento tajante ante cualquier forma de discriminación, también por motivos de orientación sexual o identidad de género, así como manifestar su completa repulsa hacia los discursos de odio contra la comunidad LGTBI”.

Después, reproduce las estadísticas de delitos de odio y agresiones homófobas y su aumento en los últimos años, y que según una encuesta sólo el 13% de las mismas fueron denunciados. En estos reparos a denunciar justifica la propuesta la necesidad de que el Congreso reitere su compromiso en esta lucha y por la igualdad, así como su solidaridad con los familiares de Samuel Luiz y todas las personas LGTBI que hayan sufrido agresiones o amenazas.

La portavoz adjunta de Unidas Podemos, Sofía Castañón, explicó que el texto se ha elaborado “de forma coordinada con otros grupos” como el Socialista, el de EH Bildu y el de ERC y que ya ha “encontrado apoyo de otros grupos al texto consensuado”. De cara al resto de grupos, dejó caer que “no cabe que no se acabe aprobando y leyendo esta declaración”, porque “no cabre en una democracia que se pueda llamar como tal que pueda haber un grupo parlamentario que no rechace de manera pública desde la institución del Congreso las agresiones LGBTIfóbicas”.
“Que haya todavía una fuerza política que esté en las instituciones que quiera bloquear eso sería de una enorme carencia democrática que no nos podemos permitir”, añadió, en claro desafío a Vox. En su opinión, el rechazo a este tipo de agresiones “tiene que ser unánime y tiene que ser una exigencia para el conjunto de quienes están en las instituciones si queremos hablar de democracia”.