En el momento en que Laura Berja ejercía su derecho de réplica al posicionamiento en contra de la iniciativa planteado por Vox, el vicepresidente primero de la Cámara Baja, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que fungía de presidente de la Cámara en ese momento, interrumpió el debate para llamar al orden a José María Sánchez por un presunto insulto que había proferido contra la diputada socialista, y preguntarle si retiraba el improperio para que no constara en el diario de sesiones.

Tras negarse a hacerlo y después de tres llamadas al orden, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis se vio obligado, cumpliendo el reglamento, a expulsar a José María Sánchez del hemiciclo, algo que, en principio, hizo, para después volver.

Luego de las quejas ostensibles de Macarena Olona y de Iván Espinosa de los Monteros por la decisión tomada por Gómez de Celis, José María Sánchez se sentó junto a ellos en actitud desafiante e insumisa ante su expulsión del hemiciclo.

Gómez de Celis acusó a José María Sánchez de estar “interfiriendo en el debate” y dejó claro que “la interpretación del reglamento la hace quien lo preside”, instándole a recurrir ante la instancia pertinente si se sentía perjudicado.

Ante la negativa de José María Sánchez de abandonar el hemiciclo, Gómez de Celis suspendió el debate durante diez minutos, transcurridos los cuales el diputado de Vox finalmente accedió a retirar el insulto que había proferido contra Laura Berja.