Esta medida, que forma parte de su plan de alcanzar cero emisiones netas en 2050, supondrá reducir en un 40% las emisiones de la actual cartera de infraestructuras, medido a partir de los niveles difundidos en 2019.

IFM indicó que es consciente de que, para cumplir con su objetivo de cero emisiones netas para 2050, es necesario actuar durante la próxima década. Por ello, ha adoptado un conjunto de medidas adicionales que aplicará en todos sus activos de infraestructuras.

Una de ellas son los objetivos intermedios: objetivo de reducción de emisiones de alcance 1 (emisiones directas producidas por quema de combustibles) y 2 (emisiones indirectas generadas por la electricidad consumida y comprada) de, al menos, 1,16 millones de toneladas de CO2 para 2030. Ajustará este objetivo anualmente para las desinversiones y las nuevas inversiones.

Otra se refiere a los procesos de inversión, ya que mejorará los procesos de toma de decisiones que ayudarán a garantizar que las nuevas adquisiciones estén alineadas con el objetivo de cero emisiones para 2050 y que hayan considerado la transición al cambio climático.

Asimismo, mejorará los procesos de gestión de activos para que la transición al cambio climático y los riesgos físicos se evalúen periódicamente. También, seguirá colaborando estrechamente con sus activos de infraestructuras para aplicar iniciativas de reducción de emisiones.

Además, IFM eliminará gradualmente el carbón térmico para 2030 y no realizará nuevas inversiones en activos que obtengan ingresos importantes del carbón térmico.

También seguirá colaborando con las empresas de su cartera para aumentar los niveles de inversión en oportunidades que surjan de la transición energética.

Finalmente, IFM ampliará los informes anuales que elabora sobre la huella de carbono. Incluirá la divulgación de los avances respecto al objetivo de reducción de emisiones para 2030; los cambios en los objetivos en su cartera debido a las adquisiciones y desinversiones, y las actualizaciones sobre las principales iniciativas de reducción de emisiones en toda la cartera.

Kyle Mangini, jefe Global de Infraestructuras de IFM Investors, ha insistido en el largo plazo como factor clave de sus inversiones. “Hoy estamos promoviendo inversiones en infraestructuras que nuestros inversores esperan mantener a largo plazo. Debemos asegurarnos de que sigan desempeñando un papel importante en la sociedad en una economía de cero emisiones netas para que generen rendimientos sólidos y sostenibles a largo plazo”, ha asegurado.

Ha insistido en su deseo de continuar trabajando en este sentido con todas sus compañías en cartera. “Esperamos seguir colaborando estrechamente con nuestras empresas participadas”, dijo, "mientras abordamos juntos la transición energética."

El consejero delegado de IFM Investors, David Neal, declaró que la calidad de los rendimientos para los inversores a largo plazo está en función de la calidad y la sostenibilidad de la economía y el sistema financiero, ahora y en el futuro. Por lo tanto, “para seguir cumpliendo nuestro propósito, que es proteger y hacer crecer los ahorros de jubilación a largo plazo de los trabajadores, es vital que tengamos un plan para mitigar los riesgos del cambio climático”.

Además, IFM también está trabajando en que todos sus activos no relacionados con las infraestructuras cumplan con los compromisos de cero emisiones, y así, formar parte de la estrategia global de cambio climático de IFM que se publicará en los próximos meses.