En declaraciones en el Congreso, Gómez lanzó una lanza a favor del “plurilingüismo, tan denostado y agredido” y destacó que la Constitución española contempla “la riqueza cultural que plantea nuestro país”, junto al “máximo respeto a la principal lengua de España”.

Preguntado por la traslación al Congreso de la modificación que se impulsará en el Reglamento del Senado para la integración total de las lenguas oficiales, Gómez afirmó que se van a “a mover siempre dentro del marco de respeto a las lenguas” pero que se trata de un “aspecto a considerar, de carácter cultural del peso, pero dentro de la responsabilidad que siempre hemos tenido” y el PSOE “siempre ha respetado este marco”.

“Lo que se ha aprobado en el Senado estamos dispuestos a valorarlo en el Congreso, que es una Cámara en la que tenemos que valorarlo con otras fuerzas políticas, y ya veremos cómo se desarrolla en el trámite parlamentario”, concluyó el portavoz cuando se le pidió más detalles sobre el impacto de esta medida aprobada en el Senado -con el respaldo del PSOE- para llevarla a la práctica en la Cámara Baja.

En concreto, el Senado aprobó, la toma en consideración de la propuesta de reforma del Reglamento de la Cámara Alta planteada por Junts para que los parlamentarios puedan intervenir en los plenos, comisiones y en toda la actividad parlamentaria en cualquiera de las lenguas oficiales que hay en España.

Por otra parte, respecto a la situación que se vivió en el Pleno del Congreso durante la sesión de control este miércoles, cuando un diputado de Vox llamo “bruja” a una parlamentaria del PSOE, el portavoz socialista subrayó que le “corresponde” a la Mesa de la Cámara tomar algún tipo de medida pero que el PSOE ha trasladado su “queja” por este tipo de actuaciones.

Así las cosas, confía en que haya la “máxima firmeza” por parte del órgano de gobierno del Congreso para que “no se repitan acciones tan deplorables”, y que denunció que cada vez “van a más”.

No obstante, el portavoz del PSOE avanzó que se reservan “cualquier tipo de actuación para que el Congreso no se convierta en un ring”, si la Mesa no “puede reorientar” esta situación, movimiento que confían que suceda, porque “los insultos no tienen ningún tipo de justificación”.