“En estos momentos, en zonas pobladas no está habiendo un empeoramiento de la calidad del aire”, apuntó Suárez en una rueda de prensa virtual en la que la Aemet presentó el análisis climático del pasado verano, la predicción estacional para este otoño y la evolución de parámetros hidrometeorológicos en España.

Suárez, que forma parte del Comité Científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), indicó que la Aemet monitoriza desde varios puntos de vista la nube de cenizas y de gases que expulsa el volcán.

Además de descartar que la calidad del aire haya empeorado, indicó que la erupción volcánica tampoco ha tenido un impacto desde el punto de vista aeronáutico y que Enaire ha modificado algunos procedimientos para los vuelos de aviones.

Respecto a la posibilidad de lluvias ácidas, Suárez recalcó que la mayor concentración de dióxido de azufre (SO2) está entre La Palma y La Gomera, y que su dispersión es “bastante importante” hacia el norte, hasta el punto de que “no se tiene señal hacia el norte de Madeira”, donde “prácticamente no se aprecia la nube de ceniza”.

Además, precisó que los gases volcánicos se están dispersando por encima de 3.000 o 4.000 metros y la nubosidad que generan se sitúan por debajo de esa altitud. “Ayer se midió el ph de las precipitaciones que se registraron en La Palma y tienen un ph neutro. Por lo tanto, no está teniendo impacto en cuando a un episodio de lluvias ácidas”, añadió.

Por último, Suárez restó importancia a un posible “episodio puntual de lluvias ácidas” porque estos fenómenos se miden en periodos más largos como pueden ser años.

“En estos momentos, evidentemente, estamos inmersos en una emergencia volcánica, pero ni el impacto en la calidad del aire ni las operaciones aeronáuticas está siendo muy elevado”, concluyó.