Puigdemont se expresó así en rueda de prensa ofrecida este lunes en Cerdeña después de que el Tribunal de Apelación de Sassari (Italia) haya decidido suspender 'sine die' el procedimiento de entrega a España hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronuncie sobre la cuestión prejudicial planteada por el instructor de la causa del ‘procés’, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, y haya decisión sobre su inmunidad.

Puigdemont acudió en persona a la isla de Cerdeña donde fue detenido hace dos semanas. Acudió arropado por los exconsejeros también huidos de la justicia española Toni Comín y Clara Ponsatí.

Puigdemont es reclamado por el Tribunal Supremo por la presunta comisión de los delitos de sedición y malversación de fondos públicos para la celebración del referéndum ilegal del 1-O. Pese a que el juez Llarena remitió la pasada semana un oficio al tribunal reclamando la entrega de Puigdemont, la justicia italiana ha decidido dejar en suspenso el procedimiento de entrega por entender que la inmunidad que arropa a los europarlamentarios protege a Puigdemont en tanto no se resuelva la cuestión prejudicial planteada por el juez Llarena.

Puigdemont no hizo declaración alguna al abandonar las dependencias judiciales y citó a la prensa para esta tarde. Triunfante una vez más al no ser entregado a la justicia española, recordó que ya “hace cuatro años que emprendimos el camino de exilio”. Desde entonces “he comparecido ante la jurisdicción belga, la alemana y la italiana, y España no ha obtenido ninguno de sus objetivos políticos. España utiliza el Poder Judicial, fundamental en un sistema democrático, para conseguir objetivos políticos. (…) Después de cuatro años de persecución, España ha fracasado”, remachó.

El expresidente catalán insistió en que España ha “fracasado” en todos sus intentos y explicó que las autoridades españolas han intentado que “no podamos hablar, que estemos en una cárcel, que no podamos circular por Europa, que no tengamos voz para pedir la independencia, que es un derecho que se ha reconocido a otros pueblos sin Estado”. Todos estos actos, dijo, “sitúan al Estado español fuera del marco de acción de la Unión Europea”.

A su juicio, “es el momento de decirle a España ¡Basta! Éste camino no le da ningún resultado positivo". "Quizá sea el momento de hacer autocrítica. Así no conseguirán ninguno de sus objetivos, solo conseguirán problemas”, insistió Puigdemont, quien aseguró que acudió a los tribunales italianos “tranquilo” porque sabía que su decisión le sería favorable.