Jornadas de Podemos

La nueva ‘número dos’ de Igualdad plantea que las menstruaciones difíciles den derecho a baja laboral

- Augura una “batalla muy dura” con el PSOE en el Gobierno para que la “violencia obstétrica” se catalogue como machista

MADRID
SERVIMEDIA

La inminente nueva secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, preguntó este sábado por qué cualquier enfermedad, desde un episodio de gastroenteritis, “genera derechos laborales” como la posibilidad de coger una baja, y en cambio las menstruaciones difíciles, que provocan cada mes a algunas mujeres vómitos, dolor de cabeza e incapacidad para llevar una vida normal, “en ningún caso ha generado derechos laborales”.

Rodríguez, familiarmente conocida como ‘Pam’, intervino en una mesa de debate sobre ‘Derechos sexuales y reproductivos’ que se celebró dentro de la llamada Universidad de Otoño de Podemos, 10 días después de que la ex secretaria de Estado de Igualdad, Noelia Vera, anunciara que deja la política y que la ponente, hasta ahora asesora del Ministerio y secretaria de Derechos LGTBI de la Ejecutiva de Podemos, la sucederá en su cargo gubernamental.

También se preguntó por qué “se ha asumido” que las mujeres tienen que responsabilizarse de la anticoncepción tomando la píldora y no los hombres, y, tras alabar a la exministra de Igualdad socialista Bibiana Aído, señaló que es “claramente un problema” que nueve de cada diez abortos se practiquen en clínicas privadas, y lo atribuyó a que el PSOE “no se atrevió a blindar el aborto como una prestación más del Sistema Nacional de Salud”.

En su segundo turno, Rodríguez auguró “una batalla muy dura” con la parte socialista del Gobierno en los próximos meses en torno a la violencia obstétrica, que Unidas Podemos pretende que se considere como violencia de género porque, en su opinión, también “hay violencia machista en los hospitales”, que sufren las mujeres “porque son mujeres”.

ABORTO

Antes que ella, la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop se centró en atacar a la extrema derecha y los “pro-algunas vidas” porque “sacralizan la familia tradicional donde el padre es el propietario y la madre la propiedad y una máquina reproductora al servicio de la familia y la nación”. En esta línea defendió la ley de plazos y su “gradación” del aborto, donde el feto va ganando derechos a medida que se va desarrollando, y negó que sea eugenésica y discrimine a las personas con discapacidad.

Según dijo, “son las leyes de casos las verdaderamente eugenésicas” por permitir el aborto de unos embriones y no de otros, y las organizaciones del sector se posicionaron contra ellas y no contra el aborto en general de embriones con malformaciones. Esto, en su opinión, “fue una invención de (el exministro de Justicia, Alberto Ruiz) Gallardón”. Finalmente, subrayó que “la objeción de conciencia (contra el aborto) es un derecho individual, no de instituciones y hospitales”.

Antes, la diputada en la Asamblea de Madrid y expresidenta del Instituto de las Mujeres, Beatriz Gimeno, interpretó que impedir el aborto supone que “durante nueve meses no tengamos control de nuestro cuerpo, que está puesto al servicio de otra cosa: la patria, el patriarcado, la sociedad, la familia”.

Según este planteamiento, durante el embarazo, “la mujer no es reconocida como sujeto de pleno derecho, su autonomía queda suspendida”, y quedan convertidas en “ciudadanas de segunda”. Es más, Gimeno piensa que “el derecho al aborto desafía un cierto orden social patriarcal”, de ahí las batallas culturales que genera.

(SERVIMEDIA)
09 Oct 2021
KRT/pai