Migración
La directora de la cátedra Unesco de la Universitat Abat Oliba cree que no debe preocupar un ‘efecto llamada’ con la reforma de extranjería
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La directora de la Cátedra Unesco en Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural de la Universitat Abat Oliba CEU, Carmen Parra, considera que no debe preocupar un eventual efecto llamado por los cambios del reglamento de extranjería. Dice que las normas de extranjería se mueven en un plano administrativo, lo que permitiría más “flexibilidad” para ajustar cupos ante una mayor presión migratoria.
“La solución no puede ser no regularizar para evitar el efecto llamada”, ha añadido esta profesora de Derecho Internacional que considera que las modificaciones en la normativa que regula el acceso a la residencia y al permiso de trabajo de los extranjeros viene a solucionar una de las grandes problemáticas que existían en la cuestión: al cumplir los dieciocho años, los jóvenes migrantes no acompañados “perdían la protección del Estado” y se veían abocados a la calle porque, además, tampoco podrían acceder a un permiso de trabajo.
“No se podía tener a estas personas sin regularizar y sin acceder al mercado de trabajo”, valoró Parra. Ahora, una vez salvado el problema a escala normativa, el reto es “buscar para estas personas los nichos de empleo que pueden cubrir”.
Y éstos nichos existen. Parra se ha referido a sectores en los que “hace falta mano de obra” y alude al ejemplo de lo que sucedió con los temporeros en el año 2020. A raíz de las restricciones de movilidad, estos puestos fueron cubiertos en gran medida con jóvenes migrados no acompañados.
Asimismo, la directora de la Cátedra Unesco de la UAO CEU apuntó que estas personas deben tener abierta la vía al emprendimiento: “Pueden llegar a ser pequeños emprendedores del sector de la carpintería o la mecánica”.
(SERVIMEDIA)
20 Oct 2021
AHP/gja