Niños con microsomía hemifacial comparten con sus médicos una jornada de convivencia

- Viven con una malformación congénita que afecta a varias zonas de la cara

MADRID
SERVIMEDIA

El Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid acogerá el próximo viernes, 25 de noviembre, las VII Jornadas Clínicas de Microsomía Hemifacial, cuyo objetivo es poner en común experiencias relacionadas con esta malformación congénita y, sobre todo, escuchar a los que viven con ella.

El encuentro está organizado por la Asociación Nacional de Microsomía Hemifacial y la Sección Maxilofacial Infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre y contará con la participación de reconocidos expertos en el tema, como los doctores Fernando Molina y Felipe Moreno.

Entre los contenidos del programa figuran una clase magistral sobre "Microsomía hemifacial, síndrome de Treacher-Collins", a cargo de Fernando Molina, y un acto de homenaje al doctor Fernando Ortiz Monasterio por parte de los niños asistentes a la jornada.

Según declaró a Servimedia Ana Isabel Romance, cirujano maxilofacial del 12 de Octubre y encargada este año de coordinar el encuentro por parte del hospital, se espera que asistan a la jornada, que será "como una consulta", alrededor de 70 pacientes, sobre todo niños, de varios lugares de España.

Se trata, dijo la doctora Romance, de una jornada clínica en la que los especialistas recibirán a los pacientes para conocer su evolución, si bien pretende al mismo tiempo fomentar la convivencia entre los niños que viven con microsomía hemifacial, que son aproximadamente uno de cada 4.000 nacidos vivos.

Tal y como explica la asociación nacional que agrupa a los enfermos en España, la microsomía hemifacial es una malformación congénita caracterizada por el desarrollo deficiente de un lado de la cara, aunque en algunas ocasiones el problema se presenta en las dos partes del rostro.

En cualquier caso, los pacientes suelen tener falta de desarrollo en la mandíbula y en el maxilar superior, además de presentar una comisura labial más pronunciada de lo normal y una oreja, por el contrario, menor de lo habitual y deformada.

Pero además del aspecto externo, el problema puede afectar a la parte interna del oído, ocasionando hipoacusia o, incluso, sordera total unilateral.

(SERVIMEDIA)
20 Nov 2011
IGA/caa