Laboral

El 18% de los españoles adultos participa en formación permanente, cuatro puntos más que la media europea

MADRID
SERVIMEDIA

La tasa de participación de la población adulta (de 25 a 54 años) en la educación formal y no formal en España se situó en 2022 en el 18%, cuatro puntos por encima de la media de la Unión Europea (14%).

Son datos analizados por la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) en el último ‘Focus on Spanish Society’, que destaca la importancia del aprendizaje de adultos en tanto que proporciona al individuo una herramienta contra el desempleo, ajusta las cualificaciones laborales a las necesidades del mercado de trabajo y fomenta el desarrollo y bienestar personales.

El 18% de España de 2022 superaba no solo a la de países del Sur de Europa –Portugal (16%), Italia (11%) y Grecia (4%)–, sino también a la de Francia (15%) y, sobre todo, la de Alemania (10%).

En un contexto en el que la formación permanente está adquiriendo gran importancia por la rápida evolución del mercado laboral mundial y el cambio demográfico, el Plan de Acción del Pilar Europeo de Derechos Sociales establece como objetivo para 2030 que al menos el 60% de las personas adultas participen en actividades de formación todos los años. Sin embargo, los últimos datos disponibles muestran que, en el conjunto de la Unión Europea, se está muy lejos de ese objetivo, con diferencias significativas entre países. Suecia (39%), Dinamarca (30%), Países Bajos (29%) y Finlandia (29%) cuentan con los porcentajes más elevados.

Por el contrario, en algunos países de Europa del Este, como Bulgaria, Croacia, Rumanía, Polonia o Hungría, además de Grecia, los porcentajes son inferiores al 9%.

DESEMPLEADOS

Por otra parte, Funcas señala que la educación de adultos es “especialmente importante para” la población desempleada, ya que ofrece una vía de reinserción laboral. Así, en la mayoría de los países europeos, las tasas de participación en la educación de adultos son más elevadas para los desempleados que para los ocupados. Suecia encabeza el grupo tanto para los trabajadores empleados como para los desempleados, con tasas del 37% y del 52%, respectivamente.

Países Bajos, Dinamarca y Finlandia le siguen de cerca en cuanto a personas empleadas, pero presentan algunas diferencias notables cuando se trata de desempleados, lo que sugiere estrategias nacionales diferentes para estos grupos, según el análisis de Funcas.

En España, la participación en actividades formativas entre los desempleados (20%) es superior a la media de la UE27 (14%), aunque sustancialmente inferior a la de los países nórdicos.

Además, Funcas resalta que “la educación de adultos es más común entre las personas que ya tienen un alto nivel educativo. En todos los países europeos se observa una tendencia consistente: las personas con estudios superiores participan en mayor medida en iniciativas de aprendizaje permanente. En otras palabras, la formación genera un círculo virtuoso, estimulando la adquisición de más formación”.

Las disparidades educativas en el aprendizaje de adultos en España son notables: la proporción de personas con educación universitaria que participan en el aprendizaje de adultos (26%) casi cuadruplica la de personas con niveles de educación secundaria obligatoria o inferiores (7%).

“Es decir, las personas con mayor riesgo de desempleo apenas participan en el aprendizaje permanente, lo que pone de manifiesto un problema al que hay que hacer frente para evitar que aumenten las diferencias educativas y de cualificación entre la mano de obra, con el consiguiente incremento de las desigualdades sociales”, avisa Funcas.

En cuanto al aprendizaje de idiomas, Funcas destaca que en todos los colegios se enseña al menos una lengua extranjera en Primaria, generalmente el inglés, mientras que en Bélgica y Países Bajos menos de la mitad de ellos aprenden una lengua extranjera en este primer nivel educativo, mientras que en Alemania el porcentaje también es inferior al 60%.

En cambio, en España, menos de la mitad de los alumnos de formación profesional (44%) aprenden una lengua extranjera. En cambio, en muchos países europeos no existen diferencias significativas en la oferta de enseñanza de una lengua extranjera entre los alumnos de formación no profesional y los de formación profesional.

(SERVIMEDIA)
08 Nov 2023
DMM/gja