Ésta es una de las conclusiones del informe "La ayuda española al desarrollo y los retos de la salud global", que presentó este martes IS Global, en el que se pide que se reforme el actual modelo de cooperación para garantizar "el impacto y la calidad de la ayuda".

"El prestigio de la cooperación española ha estado más basado en el volumen del gasto que en la calidad de los programas. Ahora necesitamos una reforma en profundidad del sistema, que mitigue el efecto de unos recortes en sí muy preocupantes. De lo contrario, habrá pérdidas irreparables para millones de personas en los países más desfavorecidos, al tiempo que España perderá influencia en la agenda global", explicó Gonzalo Fanjul, principal autor del citado estudio.

Por su parte, Rafael Vilasanjuán, director del Laboratorio de Ideas de ISGlobal, destacó que "cada euro invertido en salvar vidas cuenta. En tiempos de crisis, donde los recursos son más escasos, es necesario recordar que el gasto para mejorar la salud mundial y promover el desarrollo de poblaciones sometidas a una pobreza extrema sigue siendo la mejor inversión en términos de estabilidad y de seguridad mundial".

Asimismo, Fanjul señaló que España "puso cero euros en los fondos globales de malaria y de sida en el año 2011", lo que, en su opinión, es una pésima noticia. El autor del informe agregó que la ayuda española es muy dispersa, lo que le hace ser menos eficaz.

"Aunque en materia de salud se han producido avances históricos, no podemos olvidar que cada año mueren nueve millones de niños por causas que se pueden evitar, como la desnutrición, la malaria o la diarrea. Los fondos globales son una herramienta fundamental para actuar ante estos problemas", y por ello, ISGlobal recomienda que la cooperación internacional española apueste por ellos.