La Fundación IDIS consideró totalmente acertados los objetivos del proyecto, uno de los incluidos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dado que están en sintonía con los principios contemplados por la propia Fundación en su Manifiesto por una mejor sanidad.

Estas propuestas se resumen en la implementación de la medicina personalizada de precisión en condiciones de equidad, la promoción del desarrollo de terapias avanzadas a través de alianzas entre sectores, el aprovechamiento de los datos a través de un sistema innovador y el impulso de la transformación digital de la asistencia sanitaria.

Contar con la industria farmacéutica, las empresas de tecnología sanitaria, el ámbito hospitalario privado y, en general con todos los agentes, será clave para el desarrollo de las líneas propuestas en el proyecto, expusieron desde IDIS, a la vez que recalcaron la necesidad de contar con el sector privado, que es propietario de casi el 40% de los recursos sanitarios del país.

Sobre la segunda y la tercera línea transversal, desde IDIS aseguran que la aportación del sector privado es ineludible y tiene un fiel reflejo en el compromiso adquirido por el emprendimiento privado en sanidad, ya que es imprescindible tener en cuenta la aportación de valor del tejido industrial que viene demostrando y sobre la que se apoya su actividad.

El refuerzo de la cohesión territorial, incorporando a todas las comunidades autónomas en un proceso de transformación dirigido a todo el sistema para favorecer que la innovación y las oportunidades de desarrollo técnico e industrial se extiendan a todos los territorios del Estado es para IDIS una prioridad y una necesidad ya que la cohesión territorial es un elemento clave, en el cual es también importante el aprovechamiento de las capacidades del sector privado, con presencia en todas las comunidades autónomas.

En definitiva, desde la Fundación IDIS se valoró de forma muy positiva la presentación de este Perte ‘Salud de vanguardia’ con la confianza de que su implementación contemplará la participación activa de todo el tejido empresarial privado y podrá ayudar a transformar de una forma definitiva el sistema sanitario, con el fin último de mejorar la asistencia y la calidad de vida de los ciudadanos.