Ciencia
La ciencia española reclama un mayor impulso estratégico que la consolide como motor económico
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España (RAC) presentó este miércoles la ‘Declaración sobre la financiación y gestión de la investigación científica en España en 2021’ en la que reclamó un mayor impulso estratégico para consolidar a la ciencia como motor económico.
La RAC constató en este periodo de enorme vulnerabilidad por la pandemia que la economía española, por un lado, depende de sectores (turismo, servicios y construcción) que se ven muy afectados por las crisis coyunturales y, por otro, mantiene un déficit estructural de inversión en ciencia y tecnología, ámbitos de actividad que ayudan a soportar mejor las fluctuaciones del mercado.
Ese déficit se hizo especialmente patente en la búsqueda de soluciones contra la Covid-19. Una muestra de ello son las dificultades que se están encontrando los equipos de trabajo de los doctores Mariano Esteban, Vicente Larraga y Luis Enjuanes, implicados en el desarrollo de nuevas vacunas para la prevención del coronavirus, y que podrían resolver la limitación que presentan las actuales, que previenen los síntomas graves, pero no la infección. La RAC abogó por aprovechar el elevado nivel científico de los equipos implicados en este ámbito ofreciéndoles los recursos necesarios para llevar a buen puerto sus proyectos.
El vicepresidente de la RAC, el profesor Esteban Domingo, insistió en que “toda la evidencia que hemos obtenido en la Academia de Ciencias, partiendo de varios estudios rigurosos nacionales e internacionales que se citan en nuestras Declaraciones, indican que la inversión en ciencia produce bienestar económico y reduce los niveles de desempleo y de empleo precario”. Por ello, lamentó que “nuestros gobiernos no reconocen a la ciencia como motor de la economía” y remarcó que el problema radica en que no entienden que “un país no investiga porque es rico, sino que es rico porque investiga”.
Por su parte, el presidente de la institución, el profesor Jesús María Sanz-Serna, ahondó en esta cuestión, apoyándose en las conclusiones del informe ‘Mathematical Sciences Research: Leading the way to UK economic growth’, que evidencia el impacto positivo de las matemáticas en la economía británica (el 10% de empleos y el 16% del Producto Interior Bruto del Reino Unido dependerían de la investigación en matemáticas).
En una extrapolación del estudio a España, se vio que el impacto de esta ciencia en nuestro sistema productivo sería “inferior” al que tiene en Reino Unido, un país que, según Sanz-Serna, “nos aventaja en tradición científica”, lo que nos indica que “podemos y debemos mejorar”. En su opinión, hay que empezar por la educación, ya que “la enseñanza de la matemática en España no es buena, al no centrarse en la resolución de problemas y formación del pensamiento, sino en la memorización de reglas algorítmicas”.
Cabe recordar, no obstante, que esta Declaración se enmarca en un contexto diferente, en el que se prevé la llegada de fondos europeos a España como consecuencia de la puesta en marcha del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). En total, se esperan unos 24.198 millones de euros. La cuestión es, según los portavoces de la RAC, si el uso que se haga de ellos contribuirá realmente a catalizar una transición hacia una economía basada en el conocimiento.
La RAC considera que los fondos europeos podrían ser útiles para emprender grandes proyectos que resuelvan asuntos clave, como la transición digital, la transición energética y ambiental o el avance en biociencias, entre otros. Sin embargo, expresan más dudas sobre si servirán para impulsar la investigación básica, pilar fundamental para ese cambio de modelo productivo que dé lugar a una economía moderna y basada en el conocimiento, así como la innovación verdaderamente disruptiva.
(SERVIMEDIA)
24 Nov 2021
STH/clc