En la actualidad, tan sólo tres de los 22 niños viven en la Comunidad de Castilla y León, mientras los restantes 19 se han integrado en familias de otras comunidades autonómas.

Los problemas que sufren estos niños son variados: algunos nacieron prematuros, otros padecen enfermedades concretas, como cardiopatías, los hay con deficiencias físicas, psíquicas o sensoriales e incluso algunos de los adoptados tienen anticuerpos del SIDA.

Según Pilar Martín González, existe una demanda muy alta de adopciones. En la actualidad, 249 familias están a la espera de que la Junta de Castilla y León les otorgue un niño, mientras 27 niños con deficiencias físicas o psíquicas que la consejeía tiene en centros de menores aguardan a que una familia los acoja.

Los niños con problemas no son aceptados fácilmente. Además, "la mayoría de las familias prefieren un bebé, y no les importa esperar hasta encontrar un recién nacido. Muchos niños que tenemos con problemas son mayores de 9 años", explicó Pilar Martín.

Para potenciar la adopción de niños con problemas, la consejería de Cultura y Bienestar Social puso en marcha una campaña publicitaria sobre adopciones el pasado año, que volverá alanzar próximamente.

En 1988 esta consejería recibió 1.181 solicitudes de adopción. En 1989 fueron 679 y en 1990 el número de solicitantes ascendió a 735. Muchas de las solicitudes corresponden a personas de otras regiones, que se dirigen a la de Castilla y León porque esta comunidad aprobó en 1990 una normativa para agilizar los trámites de adopción.