"Ha sido un momento muy crítico", pues, "emocionalmente, resulta absolutamente inadecuado", declaró a Servimedia Mónica Pereira, psicóloga del grupo de emergencias del Colegio de Psicólogos de Madrid.

Para esta profesional, remover este asunto justo los días previos al octavo aniversario de la masacre es contribuir a que las víctimas no vean nunca cerradas sus heridas.

Exactamente lo mismo opina Paola Delgado, psicóloga de la Asociación 11M, quien constató a esta agencia que éstas son unas fechas "muy malas" para las víctimas, "incluso para las que mejor lo llevan".

Torres Dulce anunció el pasado 2 de marzo que había pedido a la Fiscalía de Madrid que investigara la existencia y custodia de los restos de un tren que, al parecer explotó, en la estación de Santa Eugenia el 11 de marzo de 2004 y que se han encontrado ahora en unas instalaciones de Madrid de la empresa Tafesa.

Las dos psicólogas señalaron que, en general, a las víctimas no les molesta que en estas fechas se recuerde lo ocurrido el 11-M, porque entienden que la sociedad no las olvida y por eso agradecen las informaciones que les rinden un homenaje.

Sin embargo, destacaron que no les hacen ningún bien y a veces sí "daño" las noticias que recuerdan situaciones personales y se recrean en el dolor.

La clave está, según Delgado, en recordar lo ocurrido, para que los afectados no sientan que se les ha olvidado, pero sin caer "en lo macabro" y sin poner, de nuevo, las imágenes de los atentados.

VIVEN CON MIEDO

La profesional de la Asociación 11-M afirmó que no todas las víctimas han superado el trauma de la masacre. Algunas todavía sienten ansiedad, angustia y, sobre todo, miedo.

Acuden a la consulta con problemas del día a día que no relacionan con la masacre, pero, que, en realidad, tienen ahí su origen, aseguró. Por eso, su trabajo consiste en tratar de que aprendan a convivir con ese miedo para que no les paralice y para que tampoco repercuta demasiado en sus familiares.

Porque, detalló, hay madres que, por ejemplo, ante el ruido que produce la caída de un juguete se asustan de tal forma que transmiten a los niños su miedo.

Finalmente, las profesionales demandaron a la sociedad que sea comprensiva con las víctimas del 11-M y que no les pida lo que no pueden dar, porque, a juicio de Delgado, será muy difícil que lleguen a superar el miedo.

A ellas les molesta que les pregunten si aún están mal o por qué tienen miedo a entrar en un centro comercial y hay que respetar sus sentimientos, concluyó.