Medio marino

Activistas de Greenpeace escalan un buque de minería submarina en Rotterdam

- Los gobiernos deciden esta semana si autorizan la minería en el fondo marino para los próximos dos años

MADRID
SERVIMEDIA

Una veintena de activistas de Greenpeace escalaron este viernes un gigantesco barco de minería submarina -con 228 metros de eslora- en el puerto de Rotterdam (Países Bajos) mientras los gobiernos deciden esta semana si autoriza la actividad minera en aguas profundas para los próximos dos años.

Los activistas, de Greenpeace Países Bajos, Alemania y Suiza, entraron en la embarcación, paradójicamente llamada ‘Hiden Gem’ (‘Gema oculta’), para desplegar una pancarta con el mensaje ‘No a la minería en aguas profundas’.

El barco de perforación, de propiedad suiza y más largo que dos campos de fútbol, está en el puerto de Rotterdam para ser reformado y podría convertirse en la primera embarcación del mundo en ser clasificada como buque de minería submarina por el American Bureau of Shipping. El trabajo se está llevando a cabo en asociación con la firma canadiense The Metals Company (antes DeepGreen), que planea ya pruebas en el mar en 2022.

“Esta monstruosa máquina está construida con fines de lucro, nada más. Sabemos más sobre la superficie de la luna que sobre el fondo marino y todavía estamos descubriendo nuevas especies en las profundidades del océano, pero estas empresas solo ven símbolos de dólares allí abajo. Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de ceder el destino del ecosistema más grande de la Tierra a un puñado de empresas cuyo único interés es el dinero. Necesitamos detener la minería en aguas profundas antes de que comience a explotarse comercialmente”, apuntó Samuel Gosschalk, activista de Greenpeace desde Rotterdam.

Esta semana, gobiernos de todo el mundo están reunidos en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) en Jamaica para discutir si se autoriza la minería submarina en el fondo marino en los próximos dos años.

OPOSICIÓN

Nauru inició esta actividad el pasado mes de junio con el respaldo de The Metals Company, que sorprendió en las reuniones de la ISA hablando en nombre del gobierno de ese país insular ubicado en el Pacífico.

Según Greenpeace, existe una “creciente oposición” a la minería en aguas profundas por parte de gobiernos, comunidades y empresas. De hecho, en España tanto los parlamentos de Canarias como el de Galicia han aprobado solicitar al Gobierno español una moratoria a la minería submarina para proteger el monte submarino Tropic.

El Parlamento Europeo instó el pasado 9 de junio a la Comisión Europea y a los Estados miembro de la UE a promover una moratoria sobre minería submarina. La ISA nunca ha rechazado una solicitud de licencia y exige una tarifa de 500.000 dólares por cada una.

Ecologistas y científicos advierten que permitir que comience la minería en aguas profundas sería “catastrófico” para los ecosistemas del fondo marino y la salud del océano, incluidas posibles extinciones de especies y alteraciones en el sistema del almacenamiento de carbono, lo que agravaría la crisis climática.

“Si la minería submarina puede causar un daño severo e irreversible al ecosistema más grande de la Tierra, ¿por qué los gobiernos van a dejar que comience esta actividad sólo porque algunas empresas están presionando? Dependemos del océano. Hay mucho en juego. Necesitamos evitar que se inicie la minería en aguas profundas y necesitamos un Tratado Global de los Océanos que ponga grandes extensiones del océano fuera de los límites de la actividad humana dañina “, indicó Pilar Marcos, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace España.

Según Greenpeace, las últimas pruebas y maniobras de minería submarina en el océano Pacífico terminaron con la pérdida de control de una máquina minera de 25 toneladas, que quedó varada en el lecho marino antes de que se pudiera montar una operación de recuperación.

(SERVIMEDIA)
10 Dic 2021
MGR/mjg