Clima

Los incendios aumentan el deshielo del permafrost en el Ártico

MADRID
SERVIMEDIA

Los episodios de incendios en la tundra desestabilizan el permafrost ártico en Alaska (Estados Unidos) al contribuir a un fenómeno conocido como ‘termokarst’, es decir, el colapso del suelo congelado debido al deshielo por la subida de temperaturas derivada de las llamas.

Así se explica en un estudio realizado por tres investigadores de instituciones de Estados Unidos y publicado en la revista ‘One Earth’.

Aunque el cambio climático es el principal impulsor de la degradación del permafrost en la región ártica de Alaska, el nuevo trabajo concluye -con un análisis de 70 años de datos- que los incendios de tundra aceleran el colapso del suelo congelado en esa zona del planeta.

El permafrost ártico es un vasto almacén de materia vegetal y animal congelada, una reserva de carbono que, si se descongela y degrada, podría más que duplicar la cantidad de carbono expulsada a la atmósfera, según los investigadores. "Este proceso, debido a que es muy impredecible, es poco conocido", apunta Yaping Chen, de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, que añade: "Con este estudio, estamos avanzando en nuestra comprensión del ecosistema del permafrost”.

SIETE DÉCADAS

El equipo analizó siete décadas de imágenes aéreas y satelitales para calcular la tasa de formaciones termocársticas en diferentes regiones árticas de Alaska. Los investigadores también utilizaron modelos basados en el aprendizaje automático para determinar las contribuciones del cambio climático, la perturbación de los incendios y las características del paisaje a las disminuciones observadas del permafrost.

"La formación de termokarsts se ha acelerado en un 60% desde la década de 1950", sentencia Chen, que agrega: "Aunque el cambio climático es el principal impulsor de la aceleración termocárstica, el fuego jugó un papel desproporcionadamente importante en ese proceso. El fuego quemó sólo un 3% del paisaje ártico en ese período de tiempo, pero fue responsable de más de un 10% de la formación de termokarsts".

Los incendios repetidos en las mismas áreas continuaron dañando la tundra, pero no aceleraron aún más la formación de termokarsts, según los investigadores. El estudio revela que un solo incendio podría acelerar la formación termocárstica durante varias décadas.

"Los modelos predicen que el termokarst sólo aumentará con el cambio climático. Además de descongelar el permafrost, el calentamiento climático seca la tundra, aumentando su inflamabilidad. Esto hace que sea más probable que los rayos provoquen incendios, causando aún más degradación del permafrost", indica Mark Lara, profesor de biología vegetal y de geografía en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.

El deshielo y el colapso del permafrost también conducen a otros cambios en el paisaje, según Lara. Por ejemplo, los lagos que se encuentran en depresiones de permafrost congelado pueden drenarse, gradual o repentinamente cuando esa superficie se degrada.

(SERVIMEDIA)
12 Dic 2021
MGR/clc