Así lo señaló durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados al responder a una pregunta oral del diputado de Vox sobre “qué impuestos va a subir el Gobierno”, en la que la ministra se refirió a la reciente resolución del Tribunal Supremo en la que éste confirma la sentencia que en 2019 dictaminó la Audiencia Provincial de Madrid en la que condenó a Espinosa de los Monteros a pagar una deuda más intereses a la empresa que reformó su casa en Madrid.

En su primera respuesta, la ministra recordó que en febrero un comité de expertos presentará un documento con una propuesta para la futura reforma fiscal, y destacó el reciente anuncio sobre la prórroga durante el primer semestre de 2022 de la aplicación del IVA reducido del 4% a las mascarillas quirúrgicas, y la aprobación ayer martes del proyecto de ley de ‘start-ups’, “que baja la fiscalidad a las empresas para que los emprendedores tengan facilidades para montar su negocio”.

Además, anunció la prórroga durante el primer cuatrimestre de 2022 de “la bajada de los impuestos que acompañaban la factura de la luz”, para a continuación resaltar que “la fiscalidad para este Gobierno es un instrumento que nos tiene que permitir preservar el estado del bienestar y acompañar la situación económica”.

Por su parte, Espinosa de los Monteros señaló las subidas de impuestos realizadas por el Gobierno en el IRPF, Sociedades y Patrimonio y la creación de otros como el de determinados servicios digitales, a las transacciones financieras o las bebidas azucaradas, para concluir afirmando que, si Vox gobernase, revertirán todas estas medidas.

A esto, en su segundo turno de réplica la ministra criticó que la política fiscal de Vox es “la del sálvese quien pueda”, y agregó que “lo importante no es sólo en qué sentido se tiene que orientar la fiscalidad”, sino que “lo importante también es combatir el fraude fiscal”. Así, en relación a la sentencia del Supremo respecto a Espinosa de los Monteros, la titular de Hacienda afirmó que “todos los contribuyentes tendrán que aportar en función de su capacidad y de sus obligaciones tributarias”, para concluir asegurando que “la obligación de cualquier ciudadano civilizado es pagar, no como hace usted”.