Así lo desvela el estudio ‘La sostenibilidad en el e-commerce actual’, publicado este miércoles por EAE Business School y coordinado por la profesora de esta escuela de negocios y directora de Desarrollo de la plataforma Empresas por la Movilidad Sostenible, May López.

El informe también destaca que un 11,09% de los españoles no compra por Internet, mientras que un 5,59% lo hace “siempre que puede” y el 41,76% compra entre el 25% y el 40% de sus productos de forma ‘online’, mientras un 23% adquiere más de la mitad a través de este canal.

A juicio de la autora del estudio, uno de los factores que genera un impacto negativo en la sostenibilidad del comercio electrónico son las devoluciones, que se sitúan en porcentajes del 20%, y 30% en artículos de moda, alcanzando incluso el 50% en campañas como el ‘Black Friday’ o las rebajas.

Entre los causantes de los “mayores impactos negativos” en la sostenibilidad del comercio electrónico, los encuestados resaltaron el uso de “excesivo” embalaje (54,95%) o el uso de embalaje de material no reciclado o no reciclable (54,25%), seguidos del impacto de las importaciones desde otros países (37,56%), de las campañas “agresivas” (30,57%) y el impacto en las ciudades (14,19%).

Unos impactos que, según López, el consumidor “empieza a tener más presente” y que hacen que, a su entender, “dude de la sostenibilidad del e-commerce actual y busque cada vez más minimizar el impacto negativo que este genera”.

En este sentido, según la investigación, tres de cada cuatro encuestados valorarían un distintivo que identifique la sostenibilidad de las distintas tiendas de venta ‘online’ y el 88% considera “relevante o muy relevante” que los e-commerce ofrezcan información y opciones “más sostenibles”, tanto de productos y servicios como respecto a la entrega de los mismos.

Según la experta, resulta “necesario” crear modelos de negocio bajo el enfoque de “economía esférica”, basado en la economía circular, en la que, subrayó, “evitemos el consumo innecesario de productos, contemplando la huella de carbono y la economía colaborativa para eliminar el consumo innecesario de recursos naturales”. “Donde se tenga en cuenta la responsabilidad e impacto de la organización en toda la cadena de valor”, abundó, convencida de que, de esta forma, las empresas y organizaciones "crecerían de forma sostenible económica, ambiental y socialmente”.