Las bajadas de los últimos días no han podido compensar la escalada de precios experimentada al principio de la semana, cuando la luz llegó a alcanzar los 383,67 euros, un nivel sin precedentes en la historia del mercado eléctrico.

En comparación con la semana de Nochebuena de hace un año, el coste de los últimos siete días se dispara un 837,47%, ya que se registró un precio de 36,45 euros entre el 21 y el 27 de diciembre de 2020.

Asimismo, el precio de esta semana ha sido casi cinco veces superior a los 62,35 euros que marcó entre el 24 y el 30 de diciembre 2018 (+489,59%). Sobre esta última comparativa, cabe recordar que el Gobierno se ha comprometido a que la factura media de la luz de los consumidores españoles será inferior en el cómputo general del ejercicio que la registrada en aquel año.

Conviene tener presente que el precio del ‘pool’ no es el único de los componentes que integran la factura de la luz, ya que ésta depende de otros elementos, entre ellos, los impuestos. Respecto a la fiscalidad de la electricidad, el Gobierno calcula que las medidas aprobadas desde junio han reducido los impuestos de la factura en más de un 60% y los cargos regulados en un 96%.

De cara al futuro, el Ejecutivo ya ha prorrogado hasta abril la bajada de algunos impuestos como el IVA para tratar de compensar la subida del precio de la electricidad en la factura de los pequeños consumidores, que, según los datos de Meff, mercado de derivados financieros y de energía de BME, superan los 400 euros por megavatio hora en el mercado de futuros.

INDUSTRIA

Sin embargo, estas medidas tienen un escaso impacto sobre las compañías industriales con mayor consumo, ya que están destinadas principalmente a los hogares españoles.

Por fortuna para estas empresas, el 79% de la energía contratada se comercializa a través de un contrato con precio fijo (PPA, por sus silgas en inglés) firmados antes de la escalada de precios, de modo que la variación del precio del mercado no debería tener ningún efecto sobre su factura de la luz.

Aun así, el 11% de la industria está sujeto al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), por lo que la escalada de los precios sí tiene un impacto directo sobre su gasto energético, mientras que el 10% restante paga un precio indexado al ‘pool’, en lugar de un precio fijo.

GAS NATURAL

Los motivos que explican la subida del precio de la electricidad en el mercado mayorista residen en la subida del precio del gas, que acaricia máximos históricos; y, en menor medida, en los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), que se sitúa en máximos históricos después de haberse multiplicado por tres en un año.

Esta subida se debe al incremento de la demanda asiática de gas natural licuado –en especial, China, que quiere sustituir el carbón por esta materia prima– y la caída de los inventarios de gas en Europa, que se encuentran un 20% por debajo de la reserva del año anterior y un 18% por debajo del promedio de los últimos cinco años.

Asimismo, las llegadas de olas de frio más tempraneras en la Unión Europea han provocado que la extracción se acelere un 10% por encima al otoño del año anterior y la demanda de gas en la Unión Europa se incremente un 5% respecto al mismo periodo del año anterior.

Por último, las tensiones geopolíticas han reducido la capacidad de importación de la Unión Europea. Por una parte, el conflicto entre Argelia y Marruecos ha derivado en el cierre del gasoducto de Magreb (GME), mientras que Rusia intensifica su reducción de exportación hacia Europa.