Preguntado en la Comisión para el Estudio del Cambio Climático del Congreso de los Diputados sobre la posibilidad de que el Ejecutivo estableciera un "impuesto verde" como fórmula para reducir las emisiones de CO2, Arias Cañete aseguró que, hoy por hoy, el Gobierno no se plantea tal posibilidad, pero sí pretende iniciar un debate sobre este asunto.

Así, reconoció que las emisiones de CO2 de las actividades llamadas difusas "escapan al mercado de derechos de emisión" y "una vez superada la crisis y cuando comience una fase expansiva del ciclo económico con la producción y el consumo en firme crecimiento", ese impuesto puede ser conveniente.

El ministro añadió que una vez superada la crisis y cuando se produzca el consiguiente incremento del precio de la tonelada de CO2 y de las actividades difusas, sin estímulo para la caída de emisiones, la necesidad de internalizar los costes ambientales de tales prácticas "puede llevar a la consideración de que la tributación ambiental sea un instrumento valioso".

En cualquier caso, indicó que se trata de un mecanismo que hay que introducir en la reflexión del Gobierno, que tiene que ser debatido en la Comisión de Asuntos Económicos y que además de plantear la posible introducción de una fiscalidad verde, ha de discutirse de qué modo se hace.

"Es una tributación ambiental cuanto menos complicada, y habría que ver si hay que hacer alguna razonable armonización de figuras tributarias cuando se discuta la introducción de fiscalidad medioambiental. Es un debate complicado que tiene componentes que hay que discutir con las comunidades autónomas, que tiene mucha reflexión sobre la neutralidad o no del sistema. Es de los temas que se van a debatir", explicó.