En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría señaló que desde el Ejecutivo "no se pueden dar bandazos ni cambiar de opinion ni perder la cabeza", por muy delicada que parezca la actual situación económica de la Unión Europea.

"Más alla de si la prima de riesgo sube o baja, que también nos preocupa, nos preocupa cambiar lo que muchos años no ha funcionado en España para que se gaste menos y se gaste mejor", dijo. "Esto que en España nunca se ha arreglado se va a arreglar".

Aunque la prima de riesgo se haya vuelto a disparar esta semana justo después del rescate a los bancos españoles con problemas, Sáenz de Santamaría indicó que "todo exige un análisis riguroso a medio y largo plazo" y pidió "no sacar conclusiones apresuradas" sobre las consecuencias que ha tenido la ayuda de 100.000 millones de euros aprobada por la UE.

Reconoció que "vivimos momentos difíciles y que esta semana es difícil desde el punto de vista político" por las elecciones griegas de este domingo y que, a su juicio, están "enturbiando" la zona euro y el propio euro.

La vicepresidenta pidió tranquilidad ante las rápidas fluctuaciones de la prima de riesgo y subrayó que "no encarece la deuda para el Estado", por lo que pidió "poner las cosas en sus justos términos".

Señaló que lo importante es el interés que España paga tras cada subasta de deuda y que, recordó, se encuentra entre uno y dos puntos por debajo del diferencial con respecto al bono alemán.

Aunque el bono español roce el 7%, recalcó que el máximo que el Gobierno ha llegado a pagar por la emisión de deuda es el 5,85%, por lo que considera que tiene más margen.

Sáenz de Santamaría reconoció que España y la Unión Europea en su conjunto "no puede permitirse mantener una situacion de incertidumbre" durante mucho tiempo, por lo que insistió en la necesidad de aplicar "medidas a corto, medio y largo plazo" para devolver la confianza en el euro.

Asimismo, envió un mensaje de optimismo, convencida de que el Gobierno sacará al país de la crisis con las reformas que está aplicando. Incluso, comparó la situación a la presión que había en 1996 para cumplir los requisitos de entrada en el euro y proclamó que "vamos a salir adelante".