Tabaquismo

Los neumólogos abogan por formar a los alumnos de Primaria para evitar que empiecen a fumar o vapear en la adolescencia

MADRID
SERVIMEDIA

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) urgió este lunes a formar a los alumnos de Primaria para evitar que empiecen a fumar o a vapear en la adolescencia y abogó por hacerlo a través de una intervención en el ámbito educativo con actividades y programas de prevención que deben incluir información sobre las nuevas formas de consumo de nicotina que están “irrumpiendo con fuerza” entre los jóvenes.

Así lo defendió en un comunicado en el que recogió los principales resultados del estudio ‘Nuevas formas de inicio al tabaquismo en adolescentes’, firmado por el neumólogo Álvaro de Astorza Vergara y la enfermera, Marisa Escobar Povedano, ambos del Hospital de Can Misses (Ibiza) y publicado en su revista ‘Prevención del Tabaquismo’.

Separ recordó que, actualmente, la edad de inicio del tabaquismo se sitúa en torno a los 14 años en España y la prevalencia de tabaquismo entre los fumadores adolescentes es de casi el 30%, “muy similar” a la de los adultos, y, en este sentido, los autores defendieron que los niños y los adolescentes “deberían ser los grupos principales de intervención en la prevención del tabaquismo”.

En su trabajo participaron 344 adolescentes de entre 12 y 18 años cuya edad media de inicio del consumo se situó en los 13 años y el cigarrillo electrónico fue el producto más utilizado entre los encuestados. Con respecto a la frecuencia, el 86,6% contestaron que nunca habían fumado; el 6,1%, que fumaban pero que lo habían dejado; el 4%, que eran fumadores activos y un 3,1%, que se consideraban “vapeadores”.

Al ser preguntados por el tipo de producto que fumaban, el 10,4% dijeron que habían probado alguna vez el cigarrillo electrónico; el 8,4%, los porros; el 7,5%, el cigarrillo convencional y el 4,9%, la cachimba.

VAPEADORES

A los autores les resulta “llamativo” que el vapeador sea el producto más consumido, pero también les “sorprende” que los porros tengan un porcentaje de consumo “similar” al cigarrillo, lo que, a su juicio, “indica que su consumo está normalizado entre los adolescentes y que el acceso a ellos, a pesar de ser una sustancia ilícita, no es difícil”.

La mitad de los alumnos que han fumado se inició con el cigarrillo convencional; un 30,7%, con el vapeador; un 10,2%, con cachimbas y un 8,9%, con porros, porcentajes de los que deducen que el cigarrillo convencional sigue siendo la principal “puerta de entrada” al inicio del consumo, pero que “cada vez es más importante el porcentaje de los que se inician con el vapeador”.

En cuanto a los principales motivos por los que los adolescentes se inician en el consumo de tabaco o en el vapeo, el 48,2% dijeron que es porque en su entorno se fuma -el 39,2%, porque sus amigos lo hacían y el 9%, porque fumaban en la familia-; el 37,5% afirmaron que se inician por diversión; el 10,7%, porque le daba seguridad; el 9%, porque fumaban en la familia y el 3,5%, porque les daba “buena imagen”.

Los investigadores también juzgaron “preocupante” que el 38,6% de los adolescentes encuestados viven con personas que fuman o vapean y que el 27,8% de los alumnos que fuman lo hacen con el conocimiento de sus padres. “Esto es preocupante y nos hace pensar que la labor informativa necesaria ha de extenderse también al ámbito familiar”, aseveraron los autores, para subrayar que tener progenitores fumadores se relaciona con una “mayor probabilidad” de convertirse en fumador habitual, sobre todo cuando son la madre o los hermanos los que fuman.

(SERVIMEDIA)
10 Ene 2022
MJR/gja