Este servicio es uno de los programas que, en colaboración con el Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso), desarrolla la Fundación Centro de Investigación y Promoción Iberoamérica-Europa (CIPIE).

El programa dura desde el pasado mes de enero hasta el próximo 30 de septiembre, aunque el Inserso ya ha confirmado que en 1992 se repetirá la experiencia.

El cupo de este año so 25 personas, que deben ser inmigrantes, legales o ilegales, cabezas de familia, demostrar la falta de recursos económicos, tener un convencimiento firme de volver a su país de origen y un proyecto de la vida que van a hacer allí.

En el caso de que la mujer sea refugiada o exiliada, debe demostrarlo a través de la cartilla que expende Cruz Roja. De todas formas, el Ciomire contacta con las instituciones afectadas en cada caso.

El procedimiento de selección es, en primer lugar, una entrevista con a asistente social, quien recaba todos los datos de la mujer para que posteriormente los valore la dirección del centro.

Si es preciso, las mujeres inmigrantes o exiliadas disponen de una abogada y una psicóloga.

En una segunda fase, la solicitante vuelve a ser encuestada más exhaustivamente y, finalmente, en caso de ser merecedora de la ayuda más que otras candidatas, firma una declaración jurada.

En total, este proceso dura cerca de un mes, a partir del cual se concierta una fecha de partia, procurando enviar agrupadas a las personas de una misma nacionalidad.

Desde el mes de abril hasta la fecha han regresado a sus países quince mujeres, aunque en casos excepcionales (unidades familiares) también ha sido incluido algún hombre.

El programa incluye una ayuda económica de 50.000 pesetas para que las beneficiarias puedan salir del paso una vez en su destino.