“Estoy satisfecho, dije lo que quería”, seguró Rubalcaba en los pasillos del Congreso de los Diputados, después de que algunos dirigentes y cargos socialistas cuestionaran la idoneidad de responder con una propuesta de acuerdo a los recortes que anunció Rajoy.

En ese debate, explicó, quiso dejar claras cuatro ideas, y cree que lo consiguió: que la oposición del PSOE es “distinta” a la que hizo el PP, que los seis últimos meses han sido “muy malos”, que el Gobierno está tomando medidas “socialmente inaceptables y económicamente desastrosas”, y que los socialistas “aquí estamos, si quieren hablar, hablamos, y si no, será completa responsabilidad suya”.

Analizadas con más calma las medidas anunciadas, insiste en que lo más preocupante, como dijo en el debate, es que “arremeten contra todo” y sólo generarán “más recesión y más desempleo”.

El contenido de su intervención y el tono no respondió, aseguró, a ninguna llamada del presidente ni del jefe del Estado para pedirle colaboración. “Soy yo mismo”, insistió, “creo profundamente que hay que hacer una oposición distinta. No voy a hacer la oposición de la que yo me quejé. España merece una oposición distinta”, reiteró.

Aseguró, además, que nadie del grupo parlamentario ni ningún dirigente del PSOE le ha expresado su disconformidad con ese discurso. Eso, remachó, sólo “os lo dicen a alguno de ustedes”.