Ambas líneas parten de la subestación que E.ON tiene en Treto y son subterráneas, por lo que el impacto producido en el entorno “es mínimo”, indicó la compañía en nota de prensa.

La inversión de 1,1 millones de euros se ha destinado a ampliar la propia línea de media tensión de la subestación de Treto y a realizar diversas reformas en varios centros de transformación de la zona para la reconfiguración de la red, por lo que más de 23.000 vecinos de la zona se beneficiarán de un mejor suministro eléctrico.

Por otro lado, se han llevado a cabo trabajos de canalización bajo la Ría del Asón con una longitud de 345 metros y se han realizado pasos con afecciones en la vía férrea Santander-Bilbao o en el cruce de la carretera N-364.