El Alto Comisionado de Acnur, Antonio Guterres, expresó hoy su creciente preocupación por las dramáticas cifras de personas que están huyendo de sus hogares en Siria.

Desde que comenzó el conflicto, más de un millón de personas se han visto obligadas a desplazarse dentro del país, y muchos de ellos en los últimos días han tenido que cruzar las fronteras, según fuentes de Acnur.

En concreto, las estadísticas de registro de Acnur reflejan que hasta la semana pasada, unos 120.000 refugiados sirios habían buscado protección en Jordania, Líbano, Irak y Turquía.

“Con la propagación de la violencia mortal, estoy profundamente preocupado por los miles de civiles sirios y refugiados que se han visto obligados a huir de sus hogares”, dijo Guterres.

En Siria, el personal de Acnur sigue atendiendo las líneas telefónicas de emergencia ya que cientos de refugiados han llamado en las últimas 24 horas informando de amenazas directas y de su temor a quedarse atrapados en los combates. “Temo por la seguridad de los civiles atrapados en la violencia de Damasco”, dijo Guterres.

Además, muchos de los refugiados sirios recién llegados a los países vecinos dependen completamente de la ayuda humanitaria y las comunidades que están recibiendo a los refugiados están sintiendo cada vez más la presión sobre sus infraestructuras y recursos locales, como el agua, el alojamiento o la capacidad de las escuelas y los hospitales.

Asimismo, las ONG que asisten a los refugiados solo han recibido el 26% de los 193 millones prometidos en el Plan Regional de Respuesta para ayudar, mientras que el Plan de Respuesta de Asistencia Humanitaria para Siria, un llamamiento interagencial liderado por la Oficina para la Cooperación de Asuntos Humanitarios (Ocha), cuyo fin es apoyar a los sirios afectados dentro del país, ha recibido tan solo 38 millones de dólares de los 180 que se requieren.