Según explicó, los baños en playas, ríos o piscinas son unas de las actividades que más se disfrutan durante los meses de calor, pero cada año se produce "un número importante de lesiones medulares" debido a las zambullidas.

Aseguró que en los últimos años se ha duplicado el número de pacientes atendidos por lesiones medulares relacionadas con zambullidas inadecuadas, "que se deben a que los ciudadanos desconocen el peligro de lanzarse de cabeza al agua donde no hay suficiente profundidad".

Alías subrayó que el impacto contra una superficie dura puede producir lesiones graves, como conmoción cerebral, pérdida de memoria o habilidades motoras. Además, puntualizó, los golpes en la espalda pueden provocar lesiones medulares de diversos grados que pueden desencadenar una discapacidad para toda la vida.

El perfil de las personas que sufren este tipo de lesiones, según afirmó, tienen edades comprendidas entre los 15 y 25 años y 4 de cada 5 accidentados son hombres. En este sentido, recalcó que "el coste social y familiar en estos accidentes siempre es enorme".

Por ello, recomendó, en el caso de producirse un accidente, inmovilizar el cuello, evitar movimientos de columna y avisar urgentemente a un profesional para que realice el traslado, así como "nunca utilizar un vehículo utilitario para trasladar al lesionado".