Greenpeace sostiene que el juicio del 'Prestige' no resolverá la crisis del petrolero

- Considera que tanto Rajoy como Cascos deberían estar en el banquillo por sus responsabilidades políticas

MADRID
SERVIMEDIA

La organización ecologista Greenpeace aseguró este lunes que el juicio por el accidente del 'Prestige', ocurrido hace diez años, no resolverá la crisis del petrolero y añadió que, a día de hoy y sin haber tomado las decisiones oportunas para evitarlo, entra dentro de lo posible que se pueda producir un hecho similar. Asimismo, considera que tanto Mariano Rajoy como Francisco Álvarez-Cascos deberían estar en el banquillo por sus responsabilidades políticas.

Ante el inicio de la vista oral por el accidente del 'Prestige', que tendrá lugar mañana, martes, Greenpeace presentó en rueda de prensa un informe sobre lo ocurrido con el barco y las consecuencias de su accidente a nivel ecológico.

José Manuel Marraco, abogado de la organización, explicó que, tal y como señala el dicho popular, "justicia tardía, justicia baldía", un aserto que puede aplicarse al juicio del 'Prestige', ya que la celebración del juicio no va a resolver la crisis del barco. "No se puede celebrar un juicio diez años después de los hechos", argumentó.

Marraco añadió que en este asunto el esfuerzo debería haberse realizado desde el principio, dotando a los jueces de los medios necesarios para trabajar y no haciendo "reformas populistas" del Código Penal "a golpe de noticia", como a su juicio está ocurriendo actualmente.

El abogado de Greenpeace se preguntó por qué en este juicio sólo se acusa al capitán del barco y no hay ningún miembro de la Administración en el banquillo, al tiempo que expresó su incertidumbre sobre qué ocurriría si hoy se produjera un hecho similar.

En este sentido, lo que sí tiene claro María José Caballero, directora de Campañas de la organización ecologista, es que un accidente como el del 'Prestige' se puede producir en estos momentos, al no haber tomado las medidas oportunas para evitar sucesos como el acaecido hace diez años.

Caballero también hizo hincapié en que tanto el entonces vicepresidente y portavoz del Gobierno, Mariano Rajoy, como el ministro de Fomento en noviembre de 2002, Francisco Álvarez-Cascos, deberían estar en el banquillo de los acusados por no haber asumido sus responsabilidades políticas en los hechos.

"La gestión que se llevó a cabo rayó en la negligencia. No se hicieron planes integrales ni se informó adecuadamente. Se negó que había marea negra y hasta once días después no empezaron a trabajar los barcos anticontaminantes", subrayó.

Finalmente, Caballero se mostró convencida de que "no se va a hacer justicia" en este asunto, además de criticar la gran dependencia que se sigue teniendo del petróleo y las políticas "muy claras de boicotear" cualquier acción que se lleve a cabo contra sus riesgos.

(SERVIMEDIA)
15 Oct 2012
JCV/caa