El presidente del Congreso, Jesús Posada, lo propuso así a la Mesa y a la Junta de Portavoces a la vista de un informe de los servicios internos de la Cámara que “aconsejan” suspender esas jornadas porque no se puede garantizar “ni la vistosidad ni la seguridad”.

Posada dejó claro que esas jornadas se seguirán celebrando en el futuro y, de hecho, no descartó que se puedan hacer cuando acaben las obras sin esperar a diciembre del próximo año.

Se suspenderán además desde el mes de diciembre las visitas guiadas, aunque “con flexibilidad”, de forma que “si alguna no puede suspenderse, se mantendrá” pero sin concertar nuevas visitas.

Se mantendrá, eso sí, la asistencia a las tribunas durante las sesiones plenarias, aunque habrá “ciertas dificultades” para acceder a ellas.

Debido a todas esas dificultades, la recepción oficial del Día de la Constitución, el 6 de diciembre, se celebrará este año en el Senado.

Posada reiteró que la obra, gestionada por la Dirección General de Patrimonio perteneciente al Ministerio de Hacienda, se contrató en la anterior legislatura y no hay “ninguna duda” sobre el procedimiento de adjudicación, “contemplado en las leyes”.

Aunque “personalmente, las obras no me gustan”, explicó que es “absolutamente necesaria” para que los techados del Palacio “se mantengan en condiciones”. “No es un capricho”, aseguró.

Posada aseguró además que la movilización ciudadana y las iniciativas para rodear el Congreso no han influido “en absoluto” en esa decisión de suspender las Jornadas de Puertas Abiertas porque es consecuencia de las obras que estaban previstas desde hace tiempo.