El decreto salió adelante con 185 votos a favor, 146 en contra y 2 abstenciones, gracias a la mayoría del PP en la Cámara Baja. Cabe destacar que los populares sumaron el apoyo de UPyD. Además, el Pleno decidió que la norma se tramitará como proyecto de ley por 332 votos a favor.

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, defendió que este texto “supone dar una respuesta urgente y paliativa a las situaciones más dramáticas que viven muchas familias españolas”.

Según el responsable de Economía, a alrededor de 120.000 familias se les podrá aplicar la moratoria de dos años una vez hayan perdido su vivienda.

Además, anunció que el Gobierno tiene el compromiso de bancos, cajas y cooperativas de traspasar unos 6.000 pisos al fondo de vivienda social en alquiler.

El portavoz de UPyD en el debate, Carlos Martínez Gorriagán, señaló que aunque el decreto llega tarde y para abordar situaciones “dramáticas y trágicas” será necesaria toda una batería de medidas “más flexibles” que las del decreto, lo van a poyar por ser un “pequeños paso”.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Desde las filas del PSOE, su portavoz en el Congreso, Soraya Rodríguez, calificó de “insuficiente, escaso, injusto y arbitrario” el real decreto, motivos por los que votan en contra del mismo y presentarán una enmienda de totalidad durante su tramitación como proyecto de ley.

Según la diputada de CiU Lourdes Ciurós, la norma “no busca ni ofrece ninguna solución, estamos ante un parón”. Además, se quejó de que el Gobierno no haya contado con ellos para impulsar las medidas.

Asimismo, Joan Coscubiela, de La Izquierda Plural, tildó la propuesta del Gobierno de “falsa solución”, “inútil” y “profundamente injusta” porque excluye a la mayoría de las familias afectadas, y señaló que está redactada por “la patronal bancaria”.

Para el diputado del PNV Pedro Azpiazu, lamentó el “limitado alcance” del real decreto, y destacó la necesidad de “avanzar en la defensa de los más débiles”. Por ello, y porque aseguran haber sido excluidos de las negociaciones del Gobierno con los grupos parlamentarios votan en contra, aunque esperan poder participar y ayudar en la solución de este problema.

La mayoría de los integrantes del Grupo Mixto también mostraron su rechazo al texto por ser, por ejemplo, un “remiendo” (Geroa-Bai), una “tomadura de pelo” (Amaiur), “terrorismo social” (ERC) o “llegar tarde” (Coalición Canaria).

“PERPLEJIDAD” DEL PP

El diputado del PP Pablo Matos puso de manifiesto desde la tribuna su “absoluta perplejidad” ante el rechazo de algunos grupos parlamentarios, sobre todo del PSOE.

Matos criticó la “pasividad indignante “de los socialistas en las ejecuciones hipotecarias durante sus años al frente del ejecutivo, y que ahora que actúa un Gobierno del PP lo consideren “insuficiente”.

“El único motivo del rechazo es que ustedes la izquierda no soportan” que quienes plantean medidas para abordar el problema de los desahucios “haya sido un Gobierno del PP”, señaló el diputado popular.