Báez detalló, en declaraciones a Servimedia, las principales novedades que aporta este nuevo modelo de examen, entre las cuales destacó la conducción autónoma, donde en los primeros diez minutos el examinador le va a pedir al alumno que se dirija a un punto determinado de la ciudad. En caso de que no conozca el recorrido, el aspirante a conductor podrá utilizar un GPS.

A juicio del presidente de las autoescuelas, el aspecto positivo de la conducción autónoma es que en esos diez primeros minutos, que suelen ser bastante tensos para el alumno, éste va a poder ir más "a su aire", con lo cual estará más relajado.

Otra de las cuestiones importantes que introduce el nuevo examen es el conocimiento de los elementos del vehículo, que hasta ahora se aprendían de forma teórica, pero no práctica. Así, Báez explicó que a partir de ahora el examinador le podrá pedir al alumno que compruebe el nivel de aceite del coche o si el dibujo de las ruedas es el adecuado.

"En algunas ocasiones nos hemos encontrado a un conductor que no sabía ni siquiera localizar su rueda de repuesto para cambiarla, y menos hacer la operación", señaló el presidente de las autoescuelas, quien cree que la nueva prueba va a ser favorablemente aceptada.

Báez remarcó que aunque los alumnos salen en la actualidad muy bien preparados de las autoescuelas, la formación de los conductores va a mejorar mucho más con el nuevo examen. "Nuestro lema es que un conductor bien formado es un conductor más seguro, por lo que apoyamos rotundamente esta nueva medida", aseguró.

Del mismo modo, considera que el conocimiento teórico-práctico de la seguridad del vehículo por parte del alumno va a influir positivamente en su mantenimiento y, en consecuencia, en la seguridad vial.

"Prácticamente lo único que saben hacer los conductores es poner gasoil o gasolina. A poca gente vemos en las estaciones de servicio que mire la presión de los neumáticos o los niveles de aceite. Por un mal mantenimiento del vehículo se producen accidentes", subrayó.

Finalmente, Báez indicó que otro de los objetivos que persigue la nueva prueba de conducir es una mayor eficiencia del vehículo, para lo cual se está formando a los profesores de las autoescuelas a fin de que puedan enseñar a los alumnos cómo hacer que un coche consuma menos.