Según informó la compañía responsable de este peculiar invento, consiste en una pegatina, preparada para soportar unos mil usos, que se coloca en el baño y que al contactar con la orina cambia su aspecto y muestra una imagen oculta distinta a la inicial.

Actualmente, se ofrece un abanico de más de 30 modelos específicos, según el público al que va dirigido. “Dibujos animados para los niños, personajes famosos como Mourinho o Guardiola, motivos decorativos y eróticos son algunos de los modelos que hemos creado específicamente para centrar el interés y la puntería de sus usuarios”, explica Ros.

Sus creadores destacan que con este sistema pionero se consiguen dos cosas: “mantener la concentración visual, y, en consecuencia, mantener a raya el wc de salpicaduras, además de ayudar y motivar a los niños y niñas a dejar los pañales de una forma fácil, higiénica y divertida”.

Con un mercado de unos 70 millones de retretes en España, esta pegatina está destinada a una gran variedad de usuarios: bares y restaurantes, colegios, hogares particulares, empresas, etc.

“El público al que nos dirigimos abarca casi la totalidad del mercado de urinarios, desde una guardería o un hotel, hasta el bar ‘Manolo’, sin contar con el uso de la pegatina como soporte publicitario”, concluye Ros.