La intervención de cirugía estética de aumento de pecho se practicó en 2006 en el Hospital Medimar de Alicante. Días después de la intervención se le diagnosticó a la paciente una infección que obligaba a retirar la prótesis. De este modo, se procedió a la retirada, pero finalmente el médico no llevó a cabo la reconstrucción necesaria.

La sentencia considera que "nos encontramos en el campo de la medicina satisfactiva y, por lo tanto, es un contrato de resultados y se debe obtener una garantía por el dinero pagado".

La jueza entiende que "en este caso, y constando que la infección le sobrevino como consecuencia de una bacteria, corresponde a la parte demandada probar que la infección le sobrevino por causas a él no imputables".

Este cirujano ya ha sido condenado tres veces, por diferentes casos, en Alicante.