Sánchez, que intervino en lugar del portavoz convergente por encontrarse éste enfermo, insistió en que el texto se corresponde con el "estilo propio del presidente", más preocupado por "buscar un titular mediático" que por hacer una propuesta seria.

Este anteproyecto, le dijo a Zapatero, "es un spot publicitario con mucho envoltorio y muy poca proteína" que descuida aspectos fundamentales de la economía como la creación de empleo, las reformas estructurales, la sostenibilidad financiera de la administraciones públicas o la reducción de la morosidad.

En definitiva, se trata de una "amalgama de medidas inconexas" que "no es fruto de un pacto de Estado con las fuerzas parlamentarias y sociales", ni persigue "una mejora específica de la competitividad de la economía para garantizar" el crecimiento a medio y largo plazo.

Según CiU, este anteproyecto parece redactado "por la oposición" y no por el Gobierno, porque está dedicado "a fomentar y promover y no a gobernar". A su juicio, le "sobran las buenas intenciones y faltan las medidas" concretas.

Sánchez Llibre reprochó al presidente que impulse esta ley "cuando el debate presupuestario todavía está caliente" y después de que CiU y otras fuerzas parlamentarias hayan expresado su abierta discrepancia en torno a la política económica del Gobierno.

Convergència, en suma, "no comparte ni los criterios, ni la forma, ni el contenido" del anteproyecto, que, además, cuenta con el lastre de no haber sido acordado con el resto de las fuerzas parlamentarias, por lo que CiU "valora negativamente" la iniciativa del Ejecutivo.