Rubalcaba compareció ante los medios de comunicación después de reunirse en el Congreso de los Diputados con los responsables de UGT y CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo.

Subrayó que en el último Debate sobre el estado de la Nación ya dijo que la sombra de Bárcenas planearía sobre el Congreso de los Diputados toda la legislatura "y desgraciadamente está siendo así" y se comprueba cada día "mañana, tarde y noche".

La información sobre el pago por parte de esa trama de una parte de la boda de la hija de José María Aznar es "fea", a juicio de Rubalcaba, y demuestra que sus resposables "estaban en todas las fiestas, cumpleaños, comuniones, bodas, visitas del Papa".

Además, ante la afirmación de Ana Botella de que la duda sobre la legalidad de ese regalo "ofende", resondió que eso es precisamente lo que ocurre, "que ofende".

La explicación que en su día dio el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, sobre las anotaciones de Bárcenas, "cada dia se está revelando que no era cierta".

Rubalcaba y los responsables sindicales intercambiaron sus propuestas para un pacto global contra la crisis económica y a favor de incentivar el crecimiento y el empleo.

El objetivo del PSOE es "aprovechar los vientos de cambio que soplan en Europa" para financiar la economía española, combatir el desempleo juvenil y repartir los esfuerzos contra la crisis mediante un acuerdo de moderación de rentas y beneficios.

Las propuestas del PSOE y las de los sindicatos "en líneas esenciales coinciden" y, de hecho,

la música de ambos documentos "es la misma".

Por ello, seguirán trabajando con ese objetivo y PSOE y sindicatos mantendrán reuniones con otros agentes sociales y con las demás formaciones políticas.

Toxo subrayó que ni España ni Europa pueden "resignarse" a confiar en un cambio de tendencia y por eso Méndez explicó que se encuentran en una dinámica "de persuasión positiva" para convencer a los demás de la necesidad de promover ese cambio.

Los sindicatos denunciaron además la instrucción de la Comunidad de Madrid a las oficinas de empleo para dar prioridad a quienes aún cobran la prestación.

Es "gravísimo", aseguró Toxo, porque implica "condenar a la exclusión" a los parados de mayor edad que no perciben ninguna ayuda.

Es "la crónica de un recorte anunciado", dijo Méndez, porque ya se veía venir con la reforma laboral y la posibilidad de primar a quienes estén cobrando la prestación.