El ministro español, Jorge Fernández Díaz, y el francés, Manuel Valls, pusieron de manifiesto estos logros tras reunirse de forma conjunta con los responsables policiales de ambos estados.

En concreto, ambos ministros clausuraron en Madrid la IV Reunión del Comité de Planificación y Coordinación Estratégica de Seguridad Interior hispano-francés, que reunió a mandos policiales de ambos lados de los Pirineos.

A este respecto, Fernández Díaz explicó había constatado con Valls el “enorme grado de cooperación” que existe entre ambos países en la lucha contar ETA, que también se ha plasmado en “magníficos resultados” contra el yihadismo y contra el tráfico de drogas.

Respecto al narcotráfico, el ministro español señaló que, durante el encuentro de esta mañana, ambos países constataron el “enorme potencial” que tiene acuerdo hispano-francés firmado en octubre para combatir el narcotráfico.

El titular de Interior afirmó que, desde la firma de este acuerdo en octubre, se han llevado a cabo 32 operaciones contra el tráfico de drogas, que se han saldado con 55 detenidos, así como con la incautación de 54.000 kilogramos de hachís y 55 de cocaína.

“AUTORADICALIZACIÓN”

Este acuerdo hispano-francés se hizo extensivo en junio pasado a Marruecos y Portugal, con los que también se está poniendo en marcha un grupo de trabajo para hacer frente al narcotráfico en el Mediterráneo.

Por su parte, Valls se refirió a que su país colabora “de manera muy estrecha” con España para combatir cualquier tipo de delincuencia, puesto que “sin seguridad no hay progreso posible”. Añadió que había tratado con su homólogo español el “éxito” del acuerdo contra el narcotráfico firmado en octubre pasado.

Además, el titular francés de Interior fue preguntado por el asesinato esta semana en Londres de un soldado, que fue degollado por dos islamistas. Valls condenó esta acción y dijo que Francia y España constatan que tienen un “mismo enemigo” respecto al terrorismo islamista.

No obstante, se refirió a que, además de la amenaza islamista que viene del exterior, existe un “enemigo interior” que surge de “procesos de autoradicalización”, en referencia a ciudadanos que viven en países occidentales que acaban declarándose islamistas y cometiendo atentados.