En estas tres décadas, la entidad que dirige Soledad Becerril ha gestionado más de 655.000 expedientes de queja, lo que supone una media anual de cerca de 22.000 quejas.

Son datos presentados hoy con motivo de la jornada celebrada en el Senado para conmemorar los 30 años de la creación de la institución del Defensor del Pueblo en España.

“No nos podemos quejar de las respuestas”, señaló Becerril. “En torno a un 75 % de nuestras recomendaciones son atendidas, y observamos un cada día mayor interés en nuestros requerimientos. Bien es verdad que hemos dicho ante las Cortes que damos cuenta al Ministerio Fiscal de aquellas administraciones que no responden. Y esto produce un liviano temor”

En estos tres decenios, la oficina ha publicado 32 informes y estudios sobre temas como la violencia escolar, la contaminación acústica, la situación en los centros penitenciarios, la asistencia jurídica a personas extranjeras, las listas sanitarias de espera o la atención a personas con discapacidad o las residencias para la tercera edad.

En el último año se han publicado un estudio sobre participaciones preferentes, otro sobre viviendas protegidas vacías y una actualización del informe ‘Crisis y deudores hipotecarios’.

La institución ha sido pionera en abrir debates de especial interés ciudadano. Es el caso de los desahucios, un problema que fue abordado por la Institución a principios de 2012, con la publicación del informe “Crisis económica y deudores hipotecarios: actuaciones y propuestas del Defensor del Pueblo”. En él, se formulaban una veintena de recomendaciones para reforzar la protección de los deudores hipotecarios. Posteriormente, la Institución ha elaborado nuevas recomendaciones y ha reclamado una reforma profunda de la regulación de la situación de los deudores hipotecarios.

El Defensor del Pueblo siempre ha cuidado con especial atención su proyección internacional, consciente de su papel como referente, no sólo en el ámbito iberoamericano, sino también en Europa, y en algunas de las nuevas instituciones alumbradas en los países surgidos tras el desmembramiento de la extinta Unión Soviética.

Así, el Defensor español ha inspirado las reformas de Ombudsman como el francés o el marroquí y ha colaborado en la creación y consolidación de otros, como los de Turquía, Antigua República Yugoslava de Macedonia, Armenia y Kazajstán. Asimismo, colabora activamente con Naciones Unidas, el Consejo de Europa, la Red Europea de Defensores del Pueblo, la Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO) y la Asociación de Ombudsman del Mediterráneo (AOM).