Según informó la Policía, los falsos trabajadores que compraban estos contratos accedían a prestaciones o subsidios por desempleo y podían llegar a recibir en algunos casos más de 70.000 euros en ayudas públicas.

En la operación han sido arrestadas 20 personas por fraudes en el cobro de prestaciones, falsedades documentales y estafas. Entre los detenidos está el cabecilla de la red, que defraudó más de un millón de euros a la Seguridad Social.

En concreto, la cantidad defraudada por la trama asciende a 1.282.941,70 euros, de los que 1.211.305,48 han sido por impagos a la Tesorería General de la Seguridad Social, y 71.636,22 euros mediante subsidios percibidos.

HASTA 1.200 EUROS

Las investigaciones han permitido saber que el máximo responsable del entramado cobraba cantidades que oscilaban entre 300 y 1.200 euros por cada contrato falso, algo que dependía de su duración. Los falsos trabajadores, accedían a las prestaciones o subsidios por desempleo, llegando a cobrar más de 70.000 euros, así como haber defraudado más de un millón de euros a la Seguridad Social.

La investigación se inició tras recibirse varias denuncias de empresarios de Almería, al reclamárseles el pago de una deuda generada a la Tesorería General de la Seguridad Social de Almería de cuotas impagadas de una serie de trabajadores dados de alta en sus empresas a los que no conocían de nada. Todos estos casos tenían el denominador común de que el gestor que tenían contratado era el mismo en todos los casos.

Seguidamente, un informe puso de manifiesto que un mismo gestor habría participado al menos en 25 empresas investigadas por presuntas irregularidades en las relaciones con sus trabajadores. Este gestor había participado directamente en la creación de 12 "empresas ficticias" en connivencia con otras personas para simular relaciones laborales, creadas única y exclusivamente con la intención de defraudar a la Seguridad Social y al Sistema de Prestaciones de la Administración sin que ejercieran actividad laboral alguna.

A partir del estudio de esta documentación, los agentes descubrieron que un gestor autorizado un sistema de acceso informático a la Seguridad Social para manipular las relaciones laborales entre los trabajadores y empresarios. Se descubrió entonces la existencia de un entramado empresarial bastante complejo, creado con la finalidad de obtener importantes beneficios mediante el cobro a ciudadanos españoles y extranjeros por la formalización de contratos de trabajo y altas falsas.