En los pasillos del Congreso de los Diputados, Arias Cañete, ministro también en aquel momento, no quiso valorar en detalle una sentencia "larga, compleja" que merece ser leida con detenimiento.

Lo más relevante, para el ministro, es que el entonces director general de Marina Mercante ha sido absuelto y la conclusión es que las autoridades actuaron "razonablemente bien" sin que se derive responsabilidad civil alguna.

Fue un proceso "complejo de negociar, de gestionar", y desde su Ministerio lo más difícil fue el cierre del caladero "durante meses" con la consecuente indemnización a los pescadores y la posterior petición de ayuda para limpiar el litoral.

Recordó la "intensa" tarea de la empresa Tracsa y del Ejército y subrayó que el ecosistema "se ha recuperado" y la actividad pesquera se ejerce en todo ese caladero "con toda normalidad".

El único delito fue la "desobediencia" del capitán del barco, "no hay delito ecológico" y aunque a algunos no les guste la sentencia, dijo el ministro, "hay que respetarla".

Subrayó, en todo caso, que después de aquello se mejoró la seguridad marítima, se han incrementado las inspecciones a buques y se han definido planes de contingencia para afrontar siniestros marítimos, porque "siempre existe riesgo en las actividades del hombre".