Los envíos contenían material quirúrgico, medicamentos para tratar enfermedades crónicas e infecciosas, incubadoras para bebés, ventiladores y camas con unidades de cuidados intensivos.

El primero de ellos, de 26 toneladas para tratar a más de 55.000 pacientes, fue entregado el pasado 24 de diciembre al Hospital Universitario de Alepo, en tanto que el segundo, con 80 toneladas de material para atender a más de 213.000 pacientes, lo recibieron ONG, autoridades sanitarias locales y la Media Luna Roja en zonas en disputa el pasado 3 de enero.

Además, la OMS señaló que otros 118.000 pacientes pueden ser atendidos con otro cargamento de 20 toneladas de suministros médicos, que fueron entregados al Ministerio de Salud de Siria.

Por otro lado, la OMS subrayó que la situación sanitaria desde el comienzo de la crisis en Siria “ha ido empeorando” debido a “la escasez de medicamentos y personal sanitario, la destrucción de instalaciones sanitarias y las dificultades de acceso a la atención médica”.

MERCADO NEGRO

Además, recalcó que la producción local de medicinas se ha reducido entre un 65 y un 70% después de los graves daños causados a las plantas farmacéuticas. No en vano, el 90% de los medicamentos se producían localmente antes de que estallara la crisis, en marzo de 2011. “Los precios de los medicamentos han aumentado considerablemente en el mercado negro y no están disponibles para la mayoría de la población, sobre todo en las zonas rurales”, apuntó la OMS.

Esta agencia de la OMS y sus asociados distribuyeron suministros médicos a 4,6 millones de sirios en 2013, además de instalar clínicas móviles de salud y otros servicios a través de 36 ONG locales, y formar a casi 2.500 trabajadores sanitarios sobre las enfermedades infecciosas y la respuesta a los brotes, la intoxicación química, la desnutrición y la salud mental.

La OMS manifestó estar “preocupada por los ataques a las instalaciones de salud y a los trabajadores de la salud” e instó a todas las partes en el conflicto a respetar la integridad y la neutralidad de los centros sanitarios, ya que el derecho humanitario internacional consagra la protección de los trabajadores, los pacientes y las instalaciones sanitarias en tiempos de guerra.