Las tasas de malnutrición aguda severa continúan superando los umbrales de emergencia este año en muchas regiones del Chad, Níger, Mauritania, Burkina Faso, Malí, Senegal y Nigeria, según el Ejecutivo comunitario.

Además, la temporada de carestía, que engloba los meses que transcurren entre la plantación de dos cosechas debido a la escasez de alimentos y recursos, ha comenzado temprano para muchas personas en el Sahel, de manera que cerca de 1,5 millones de niños están en alto riesgo de desnutrición severa este año.

La comisaria de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a las Crisis, Kristalina Georgieva, señaló que “cerca de tres millones de sahelianos necesitan ayuda alimentaria de urgencia, incluyendo más de 800.000 personas en el norte de Malí, mientras que 20 millones de personas en la región sufren de inseguridad alimentaria. Tenemos que actuar rápidamente si queremos proporcionar una ayuda vital a las personas más vulnerables que continúan su lucha por sobrevivir como consecuencia de la inseguridad alimentaria, los desastres naturales y los conflictos”.

Georgieva subrayó que “muchas de estas personas se encuentran desplazadas, después de haber sido expulsadas de sus hogares”. "A medida que ayudamos a la gente a sobrevivir, nuestro enfoque continúa en la construcción de la capacidad de resistencia de la población local. Ésa es la única manera eficaz y sostenible para acabar con el ciclo de las emergencias en el Sahel y poner fin a la inseguridad alimentaria y la desnutrición de millones de personas. Son esenciales nuevos fondos para que esto sea posible".

La financiación de la UE se repartirá en 57 millones de ayuda de emergencia para personas afectadas por la crisis alimentaria, en general; 29,5 millones para Chad, 28 millones para Malí; 7,5 millones para el norte de Nigeria y 2 millones para el norte de Camerún, así como 18 millones de fondos de desarrollo para proporcionar asistencia de socorro y rehabilitación para aumentar la resiliencia en el norte de Malí.

Esta ayuda de la UE priorizará la atención nutricional para salvar la vida a niños y madres, y proporcionar asistencia alimentaria, acceso a los servicios básicos de salud y agua potable para la población más vulnerable. Además, también se destinará a los cientos de miles de refugiados y desplazados internos de países de África occidental.

Desde el comienzo de la crisis alimentaria en el Sahel, en 2012, la Comisión Europea ha movilizado unos 383,4 millones de euros en ayuda de emergencia para esta región.

La nueva aportación forma parte de los 758,28 millones de euros que la UE destinará a ayuda humanitaria en 2014 y 2015, de los cuales el 95,15% será para ayuda humanitaria propiamente dicha y asistencia alimentaria y el 4,85% restante, a preparación para desastres, según una decisión aprobada a comienzos de este año por la Comisión Europea y a la que tuvo acceso Servimedia.