Los nueve deportistas paralímpicos fueron jaleados por los asistentes (algunos de ellos, con banderas y equipación deportiva de España) cuando asomaron por la puerta de llegadas de la Terminal 1 de Barajas, donde recibieron un ramo de flores y posaron para los medios informativos, mientras una banda de música se encargaba de amenizar el ambiente.

El presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda; el director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad (del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), Ignacio Tremiño, y el director general de la ONCE, Ángel Sánchez, se encontraban entre las autoridades que esperaron a los deportistas.

El esquiador Jon Santacana, que obtuvo una medalla de oro y otra de plata en Sochi 2014, declaró a los periodistas que concluyó “exhausto” su participación en los Juegos Paralímpicos, ya que el pasado mes de septiembre fue intervenido en el tendón de aquiles de su pierna izquierda. “Tengo que acabar de recuperarme porque no estoy todavía al 100%. Me quedan unos dos meses de recuperación para encontrarme del todo bien”, apuntó.

Santacana reconoció que veía “difícil” subir al podio de Sochi porque él y su guía, Miguel Galindo, acudieron “con poca preparación”, lo que hizo que durante los Juegos tuviera “días de bastante dolor”.

Por su parte, el también esquiador Gabriel Gorce, que se colgó la medalla de bronce en la supercombinada, calificó de “increíble” el recibimiento que el equipo paralímpico español tuvo en Barajas. “Se me han subido los ánimos y es sinónimo de que el camino es el correcto. Mientras hagas el trabajo, los frutos salen. La prueba está en la medalla de bronce y si seguimos haciendo un buen trabajo como hasta ahora, poco a poco llegará el resto”, explicó.

Gorce destacó que el tercer puesto de Sochi es su mayor éxito deportivo y que le ha llegado “con la progresión que he tenido en cuanto a guías y también personal, técnica y mental. Lo he disfrutado al máximo”.

Por otro lado, Miguel Carballeda consideró “sorprendente” el resultado del equipo español porque la lesión de Santacana “trastocó todas nuestras previsiones, pero, una vez más, los paralímpicos nos han vuelto a sorprender”. “Es un fenómeno digno de estudio la recuperación de un deportista que en pocos meses, después de una lesión tan importante, se ha incorporado a la competición y ha sido capaz, con su discapacidad, de darnos una sorpresa y ser un ejemplo para la sociedad española”, apostilló.

“Podemos estar orgullosos de tener representantes entre los cuatro millones de personas con discapacidad que hay en España que lleven el nombre de nuestro país con tanto orgullo y sean capaces de volver con lo mejor de sí mismos, contribuyendo a ser un ejemplo para todo un país, que lo necesita”, agregó, al tiempo que recalcó que “nuestros deportistas no paran de conseguir medallas en cada uno de los Juegos Paralímpicos”.

RESULTADOS

La pareja formada por Jon Santacana, esquiador con discapacidad visual, y Miguel Galindo, obtuvo los principales resultados, con una medalla de oro en la prueba del descenso y una plata en el eslalon, y el cuarto puesto en el supergigante y en el eslalon gigante.

En sus cuartos Juegos Paralímpicos, Santacana atesora ya ocho medallas paralímpicas (tres de oro, tres de plata y dos de bronce) y se queda a sólo una del máximo medallista español, Eric Villalón.

Además, también subieron al podio Gabriel Gorce (con discapacidad visual) y su guía Arnau Ferrer, con el bronce en la supercombinada, si bien ambos obtuvieron otros dos diplomas paralímpicos, al ser séptimos en el descenso y en el eslalon gigante.

El quinto diploma paralímpico de España corrió a cargo de Astrid Fina (con discapacidad física), sexta en snowboard.

Por otro lado, Óscar Espallargas debutó en unos Juegos Paralímpicos con el 13º puesto en el gigante y el 14º en el eslalon (esquí en silla) y Úrsula Pueyo fue 11º en el gigante (esquí para deportistas con discapacidad física que compiten de pie), en tanto que Urko Egea logró la 17ª plaza y Aitor Puertas la 30ª, ambos en snowboard para deportistas con discapacidad física.

De esta forma, España ocupó el decimotercer puesto en el medallero, el mismo que en Vancouver 2010 (cuando obtuvo un oro y dos platas) y acabó por encima de países europeos con mayor tradición en deportes de invierno, como Suiza, Finlandia o Italia.